Todos los hemos visto o consumido en al menos una ocasión, ya sea por recomendación del amigo, de la mamá o porque queremos ayudar a nuestro cuerpo a tener un mejor funcionamiento, pero en realidad… ¿qué son los complementos alimenticios? ¿En verdad son tan buenos como dicen? ¿Es sano tomarlos con regularidad? Para salir de dudas, 24 HORAS platicó con la experta Estefanía Bazaldúa, nutrióloga y miembro del Consejo Científico Consultor y de Nutrición de Shaklee, quien comentó que suele haber mucha desinformación al respecto.

 

 

 

 
“Un suplemento no es más que un producto que puede tener una o más sustancias que mejoran el metabolismo. Hay de diferentes tipos, aunque los más comunes son los multivitamínicos, que ayudan a que el cuerpo reciba algunos nutrientes que no llegan a él a través de la alimentación cotidiana”, comentó. “El problema es que hay tantos y de tantas marcas que no se sabe qué elegir”, agregó.

 

 

 

 

DEJAN BENEFICIOS A LA SALUD

 

 

 

 
Acerca de las dudas que existen de si en realidad es conveniente tomarlos, Bazaldúa comentó: “Por supuesto que ayudan. Un estudio que realizamos en Shaklee, realizado en conjunto con la Universidad de Berkeley, evaluó el consumo de suplementos por 20 años y reveló que quienes los tomaban mostraban mejoras en su salud, como tener más nutrientes en la sangre, mejores niveles de colesterol y triglicéridos y más”, comentó, aunque fue clara al respecto en señalar que un complemento alimenticio debe ser eso, una ayuda: “Un suplemento no va a sustituir un estilo de vida saludable. Te puede ayudar, pero si en realidad no comes bien, no descansas o no te hidratas bien, no te va a servir en la manera como debería hacerlo”.

 

 

 

 

 

 

 

CUIDADO A LA HORA DE ELEGIR

 

 

 

 
Bazaldúa señaló que si bien existen miles de suplementos alimenticios al alcance prácticamente de cualquier persona, es importante sabe elegir el más adecuado a nuestras necesidades.

 

 

 

 
“Aunque no tenemos la cultura de ir al médico, lo primer sería ir con uno o con un nutriólogo para saber qué es exactamente lo que necesitamos. Pero si no se hace, es bueno saber que hay suplementos que nunca te van a hacer daño, como los multivitamínicos, pero lo mejor es determinar cuáles son tus padecimientos para poder hacer una buena recomendación”.

 

 

 
“Si lo que buscamos en un beneficio, hay que tener cuidado porque puede haber efectos secundarios por consumir suplementos de mala calidad o de empresas patito que, al poco tiempo, desaparecen después de que Cofepris dictamina que no cumplen con los estándares mínimos”.

 

 

 

 

 

LOS MÁS BUSCADOS

 

 

 
Contrario a lo que hasta hace unos años era la norma, actualmente las personas no buscan tanto los suplementos “maravilla” que ayuden a bajar de peso, sino “suplementos que les de energía, pues se sienten cansadas o tienen jornadas de trabajo muy largas. Algunas personas buscan los que ayuden a mejorar el sistema nervioso, o poder ayudarse con los problemas gastrointestinales, ya que presentan reflujo, colitis, gastritis, estreñimiento. Finalmente, lo más importante que la gente tiene que saber es que los suplementos ayudan, pero no van a hacer magia. Hay que tener una buena alimentación para que estos productos en realidad tengan un buen efecto”, concluyó.

 

 

 

¿Cómo elegir el adecuado?

 

 

 

 
Al momento de comprar un suplemento hay que tener en cuenta varias cosas:

 

 

 

 

 
Ver quién está detrás de la recomendación.

 

 

 

 

 
Si la empresa que lo vende es seria y cuántos años lleva en el mercado, porque hay muchos productos que salen de empresas pequeñas que no están reguladas por Cofepris.

 

 

 

 
Revisar en el empaque si el producto contiene saborizantes, azúcar añadida, colorantes o elementos químicos. Las vitaminas no deben tener azúcar, o color, o sabor.

 

 

 
Revisar si tiene lactosa o gluten.

 

 

 

 
Checar que tenga ingredientes naturales.

 

 

 
Revisar que no tenga organismos genéticamente modificados (GNO). Los mejores son los que tienen el sello “libre de GNO”.

 

 

 
En suplementos de proteínas, asegurarse de que no tenga algún elemento cuyo nombre suene raro, pues por lo general son hormonas.

 

 

 
Son mejores cuando incluyen aminoácidos o vitaminas.

 

 

 

 
No exceder la dosis recomendada.

 

 

 
Los efectos secundarios

 

 
Si se toman de más, puede haber efectos de toxicidad con ciertas vitaminas, como la A, D, K y E, que se almacenan en la grasa y no salen tan fácil con los líquidos.

 

 

 
Los síntomas de una sobredosis por lo general son diarrea, vómito, erupciones en la piel o afección en los riñones.
Pueden generar taquicardias y dolores fuertes de cabeza.

 

 

 
Otros tienen sustancias que impactan en la tiroides, y si a la larga se deja de tomar entonces la tiroides ya no funciona de forma adecuada.

 

 
Hay casos, como en los deportistas, en los que se busca una vasodilatación de venas y arterias para tener un mayor consumo de oxígeno y rendimiento, pero a la larga provocan que las paredes de las mismas se adelgacen y ya no funcionen igual.

 

 

 

¿Quiénes los pueden tomar?

 

 
Cualquier persona que quiera mejorar su salud.

 

 
Los vegetarianos estrictos, aquellos que no comen ningún producto animal.

 

 
Las mujeres embarazadas o lactando.

 
Mujeres con períodos menstruales fuertes.

 

 
Personas que han sido sometidas a una cirugía de derivación gástrica con el objeto de bajar de peso.

 

 
Las personas con intolerancia a la lactosa o alergias a los alimentos.

 

 
Quienes padezcan enfermedades del estómago, hígado, páncreas o de la vesícula biliar.

 

 
Las cantidades recomendadas

 

 

 

NUTRIENTE DOSIS DIARIA IDEAL

 

 
Calcio 1,000 miligramos

 

 
Potasio 4,700 miligramos

 

 
Fibra 25 gr (mujer), 38 gr (hombre)

 

 
Magnesio 320 mg (mujer), 420 gr (hombre)

 

 
Vitamina A 2,310 UI (mujer), 3,000 UI (hombre)

 

 

 
Vitamina C 75 mg (mujer), 90 gr (hombre)

 

 

 
Vitamina E 15 mg