El proyecto del centro Magdala, ubicado a las orillas del Mar de Galilea, tiene ambiciosos planes para que este lugar -que ha sido definido como el cruce de caminos del judaísmo y el cristianismo- siga creciendo, y para ello es necesaria la colaboración de los donantes. Así lo afirmó el padre Juan Solana, quien en esta segunda parte de la entrevista exclusiva que ofreció a 24 HORAS, comparte cuáles son los planes al corto y mediano plazo, al tiempo que hace una invitación para que todas aquellas personas que quieran realizar algún tipo de donación al mismo, lo hagan.

 

 
“Hemos definido Magdala como la encrucijada entre la historia judía y cristiana, porque hay pocos lugares donde tan clara y evidentemente se encontraron las historias tanto del judaísmo del primer siglo como del cristianismo, que estaba naciendo”, refirió Solana.

 


“En la sinagoga que se descubrió, en algún momento estuvo Jesucristo. Todas las cosas que hemos descubierto son del siglo primero, por lo tanto son de la primera generación de cristianos. Es por ello que Magdala reviste una importancia tan grande, pues es un caso único”, agregó.

 

 

LOS PLANES A FUTURO

 
Con la emoción de quien ve hacerse realidad un sueño largamente acariciado, el padre Solana comparte qué es lo que hay actualmente en Magdala y, lo más importante, qué es lo que viene en el futuro cercano.

 
“En este momento tenemos abierto ya al público el parque arqueológico y la iglesia, que lleva por nombre Duc in Altum. Ahora tenemos un promedio de unos 450 visitantes diarios, y ya está avanzando la construcción de lo que será el hotel para peregrinos, así como un centro de visitas y un museo para explicar a la gente la historia del lugar que va a visitar, el cual es un terreno de aproximadamente ocho hectáreas que aquí en Israel se le conoce como el proyecto mexicano porque la mayoría de los que lo iniciamos somos mexicanos. También hay un libro, que se llama El proyecto de Magdala, escrito por Jesús García, donde se explica más a fondo en qué consiste el proyecto, los hallazgos arqueológicos y mucho más”, agregó.

 
“La casa de peregrinos se tiene planeada abrir para febrero de 2018, pero el pabellón de México seguramente se va a tardar un poco más. Cabe aclarar que el pabellón no será un centro comercial mexicano, sino que está enfocado en Magdala, en su historia. Sí tendremos algunas cosas de México, para darle realce, como un restaurante de comida mexicana, pero no será un centro de comercio o de intercambio comercial”, aclaró.

 
Finalmente, invitó a quien quiera participar en el proyecto, a que se una al mismo.
“Todo el trabajo se ha realizado por completo a base de donativos. Las personas pueden apoyar ya sea como voluntarios aquí en Magdala o realizando donativos. Quien quiera conocer más acerca del proyecto y ayudarnos, lo puede hacer a través de la página en Internet www.magdala.org”, concluyó.

 


UNA PIEZA CLAVE

 
Uno de los hallazgos arqueológicos más importantes descubiertos en la Tierra Santa es la Piedra de Magdala, la cual podrá ayudar a los académicos a tener una visión más completa del judaísmo del siglo primero, y por tal motivo reviste una importancia especial para la zona y para el proyecto encabezado por el padre Solana.

 
“La piedra de Magdala es el altar de la sinagoga. Es una especie de mesa de piedra que servía para colocar en ella los Libros de la Ley o el Torah. Se trata de una pieza excepcionalmente importante porque está esculpida por todos lados, y representa el Templo de Jerusalén, el cual describe cual si se tratara de una maqueta. Esa pieza se va a llevar al Vaticano para una exposición sobre la Menorah, el candelabro de los siete brazos, porque esta piedra tiene esculpido el más antiguo que se ha encontrado fuera de Jerusalén”, señaló el clérigo.