MADRID.- Tras el discurso del Rey de España, Felipe VI, quien el martes pasado rechazó el proceso de separación de Cataluña, el Gobierno de España y el Ejecutivo catalán montraron una mayor confrontación.

 

El presidente español, Mariano Rajoy, rechazó ayer la posibilidad de diálogo con el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, a quien acusa de chantajear al Estado con una declaración unilateral de independencia.

 

En una declaración institucional desde las sede del Gobierno catalán, Puigdemont consideró ayer una “grave irresponsabilidad” que el Gobierno de Rajoy rechace las “diversas propuestas” de mediación que han llegado en las últimas horas, subrayó que “este momento pide mediación”.

 

Inmediatamente después, la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, acusó al presidente catalán de vivir “fuera de la ley”, y le recordó que en ese ámbito “no hay democracia” ni convivencia.

 

En la víspera, la funcionaria aseguró que su Gabinete tiene preparadas diversas medidas, entre las que no descartó rcurrir al artículo 155 de la Constitución, que prevé que el Gobierno central pueda intervenir la región y sustituir a los cargos públicos regionales.

 

Mientras tanto, el Parlamento de Cataluña se prepara ya para debatir el próximo lunes, 9 de Octubre, la declaración unilateral de independencia, con la comparecencia del presidente de la Generalitat como único punto del orden del día y debatir los efectos del referéndum celebrado el pasado domingo en medio de la violencia generada por la interveción de la Policía de España.

 

Según la ley catalana del referéndum, “dentro de los dos días siguientes a la proclamación de los resultados por parte de la Sindicatura Electoral, (el Parlamento) celebrará una sesión ordinaria para efectuar la declaración formal de la independencia de Cataluña”.

 

Sin embargo, tanto esta ley regional como la convocatoria del propio referéndum, firmada por el Gobierno catalán, fueron suspendidos por el Tribunal Constitucional (TC) español.

 

En la consulta, los organizadores reportaron la participación de 2.2 millones de personas, sobre un censo de 5.3 millones (42 %), y el 90 % de los votos fue a favor de la independencia, según datos del Gobierno regional de Cataluña.

 

Pero la Junta Electoral Central (JEC) de España negó ayer cualquier valor a esos resultados de la votación, y así se lo comunicó al Gobierno español, al catalán, y a distintas instituciones europeas y a Naciones Unidas.

 

La posibilidad de un declaración de independencia unilateral y sus consecuencias disparó la preocupación de las empresas establecidas en Cataluña.

 

En el plano judicial, la Audiencia Nacional española citó ayer como investigado por “sedición” al jefe de la Policía autonómica de Cataluña (Mossos D’Esquadra), Josep Lluis Trapero, por el asedio a la Consejería de Economía durante un registro las Fuerzas de Seguridad en Barcelona para evitar el referéndum.

 

Además, la Unión de Guardias Civiles denunció ante la Fiscalía a Trapero por considerar que organizó “un operativo fraudulento e ineficaz” el 1 de octubre, con lo que “alteró el orden social”.

 

Europa descarta mediar

La demanda de llegar a una solución sobre Cataluña mediante el diálogo y dentro de la ley unió ayer a todos los portavoces de grupos europeos en el Parlamento Europeo en un debate en el que la Comisión Europea (CE) dejó claro que solo le incumbe a los españoles su futuro y que por ello Bruselas no mediará. Tras el referéndum, el pleno del PE celebró ayer por primera vez un debate sobre Cataluña.

 

Arrastran a la Bolsa

La Bolsa española cayó ayer 2.85 % y perdió los 10,000 puntos en su peor sesión desde el referéndum del “brexit” (salida de Gran Bretaña de la Unión Europea), el 23 de junio de 2016, lastrada por el sector financiero y los grandes valores y por el nerviosismo de los inversores sobre una posible declaración unilateral de independencia de Cataluña.

 

Los bancos catalanes Sabadell y CaixaBank lideraron las caídas, con pérdidas del 5.69 % y 4.96 %.

 

El IBEX 35 español comenzó la sesión con pérdidas importantes por la incertidumbre sobre Cataluña, que arreciaron a media sesión hasta el fin de la sesión.

 

*edición impresa 24 Horas

 

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