Con saldo blanco, la 172 representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa concluyó cuando Daniel Agonizante, quien personifica a Jesús, fue clavado en la cruz.

 

A través de un comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPFG), indicó que aplicó un Operativo de Seguridad y vialidad con la participación de 10 mil 225 elementos.

 

En el lugar, donde se concentraron aproximadamente dos millones de personas, el estado de fuerza de la SSPDF, estuvo apoyado con 827 unidades terrestres, entre patrullas, motopatrullas, camionetas, cuatrimotos, grúas y ambulancias, así como siete helicópteros que sobrevolaron la zona de la escenificación y registrar cualquier emergencia.

 

El tenor Fernando de la Mora se integró a las recreación y durante los azotes y la crucifixión cantó “Se busca” y el “Ave María”.

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Foto: Jesús Villaseca P.

 

Por lo menos 411 actores, 136 de ellos con parlamentos y 275 en los cuadros internos, además de 500 extras y dos mil 500 nazarenos, participaron en la 172 representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa.

 

Este Viernes Santo esas personas desarrollaron sus mejores capacidades histriónicas para beneplácito de los más de dos millones de visitantes que se esperan durante el recorrido de dos kilómetros rumbo al Cerro de la Estrella, donde se escenifica la muerte de Jesús.

 

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Foto: Jesús Villaseca P.

 

Miles de familias se concentraron en el Jardín Cuitláhuac y calles aledañas en busca del mejor lugar para observar las actividades, declaradas Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México.

 

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Foto: Jesús Villaseca P.

 

Con sombreros y sombrillas para resguardarse de los rayos del sol, los asistentes disfrutaron de antojitos mexicanos que se venden en el perímetro, previo al momento en el que Daniel Agonizantes Buendía iniciará la representación del viacrucis.

 

Personal de la Secretaría de Salud del Distrito Federal abasteció con agua a los visitantes en las carpas instaladas para la ocasión, además de ofrecer los primeros auxilios a los nazarenos que se ampollan los pies al caminar descalzos por las calles.