Perplejo se quedó el señor licenciado Carlos Salinas de Gortari cuando escuchó decir a su sobrina, la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, que el Gobierno mexicano está dispuesto a abrir y modernizar el Tratado de Libre Comercio que se firmó en 1994 con Estados Unidos y Canadá.

 

Dijo la secretaria que el TLCAN ha dado grandes resultados a los tres países, incrementando el comercio entre México y Estados Unidos más de 500%; ha detonado inversión, generado millones de empleos en las tres naciones y nos ha permitido ser más competitivos como región… Pero si Donald Trump y Hillary Clinton quieren, pues nos ponemos de rodillas, les pedimos perdón por haberles hecho algún daño a sus trabajadores –como han denunciado los candidatos presidenciales– y les damos lo que quieran, dio a entender la “señito Claus”.

 

Efectivamente, desde que se firmó el TLC, las exportaciones de México hacia Estados Unidos han crecido de manera relevante; en 1995 sumaban 66 mil millones de dólares y el año pasado rebasaron los 300 mil millones de los mismos billetes, lo que no les gusta a los demócratas ni a los republicanos. ¿Será porque quieren seguir teniendo a nuestro país “con la pata en el pescuezo”?

 

El argumento de la señora Ruiz Massieu es que después de 22 años “hay que modernizarlo y actualizarlo”, y México estaría encantado de hacerlo si nuestros “partners” lo piden.

 

¿Y el TPP, “amá”? Parece cuestionar el subsecretario de Comercio Exterior, Francisco de Rosensweig. ¿Acaso no sabe la funcionaria que la firma del Acuerdo de Asociación Transpacífica (TPP) con Estados Unidos y otros países, que está en salmuera, permitiría la modernización y actualización del comercio que quieren aquéllos, y sería más conveniente para nuestro país? Quiso decirle. Y ya encarrerado le dio un consejo a la secretaria: si quieres modernizar o renegociar  el TLC con Estados Unidos, hazlo sobre la base de lo que se construyó en más de dos décadas. ¡No vayas a permitir que “nos bajen nada”! Exclaman los observadores políticos y económicos.

 

La “seño Claus” debería saber que en varias ramas donde los industriales mexicanos son altamente competitivos, a las compañías norteamericanas les molesta y cometen todo tipo de marrullerías para impedir el libre acceso de productos de nuestro país y presionan a su gobierno para que a los empresarios los traten con la punta del pie, los humillen y pongan sus condiciones. ¿O será tan ingenua para pensar que renegociar el TLC con Estados Unidos nos podría beneficiar?

 

Ay, Jaime Serra, Herminio Gris, perdón, Blanco, Luis Téllez y otros que negociaron el TLC… cómo los extrañamos.

 

Agenda previa

Hace un año ocurrió el multihomicidio en la colonia Narvarte, y a pesar de que la Procuraduría General de Justicia, que dirige Rodolfo Ríos, lo resolvió en cuatro días, algunos personajes que se erigieron como “coadyuvantes” en tan sonado caso siguen medrando políticamente con el asunto.

 

La PGJ y sus ministerios públicos recabaron la declaración de 70 personas entre testigos de identidad, familiares y amigos. Se realizaron más de 10 inspecciones ministeriales en el escenario de los hechos; más de 90 peritajes en diversas especialidades como patología, genética, toxicología, identificación dactilar, prueba de Harrison, además de mecánica, criminalística…

 

Parece, nada más parece, que los “coadyuvantes” Karla Michel y David Peña, alumnos distinguidos del profesor René Bejarano, quieren hacérsela cansada a Miguel Ángel Mancera, apuntan los suspicaces.