Las oficinas de inteligencia mexicanas llevan a cabo una auditoría de redes y sistemas en distintas oficinas del gobierno federal clasificadas como sensibles, una de ellas la Presidencia de la República, tras darse a conocer la infiltración lograda por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) de Estados Unidos.

 

Fuentes del gobierno federal explicaron que si bien al inicio de gobierno de Enrique Peña Nieto se revisaron las oficinas de Palacio Nacional y todas las instalaciones de la Residencia Oficial de Los Pinos, en busca de micrófonos o cámaras, ahora que se conoce la profundidad del espionaje llevado a cabo por Estados Unidos se trabaja en una revisión completa de los sistemas de comunicación.

 

Se pretende, coincidieron, identificar los programas que podrían haberse infiltrado en los servidores de las oficinas gubernamentales mexicanas y que se conocen a partir de los documentos filtrados a distintos medios de comunicación por el ex analista de la CIA, Edward Snowden.

 

Por ahora, una de las primeras medidas internas que se adoptaron el mes pasado fue prohibir la distribución de información sensible utilizando redes abiertas, únicamente puede hacerse por sistemas cerrados y sólo si es indispensable. Al menos esa medida se ha dispuesto en la Presidencia, las Fuerzas Armadas y en algunas áreas de la Secretaria de Gobernación.

 

También se han hecho recomendaciones a funcionarios para no utilizar los celulares en la transmisión de información reservada. Se prevé también revisar los protocolos de seguridad y restringir, en algunas oficinas, el acceso a internet por parte de los empleados públicos, sólo por tiempos específicos y de forma controlada, al menos hasta que se cuente con un sistema que garantice la seguridad de las comunicaciones internas.

 

“Lo vemos y así lo tratamos como un espionaje políticos y económico, para frenarlo debemos identificar nuestros puntos vulnerables y empeñar nuestras capacidades disponibles para no permitir que continúe esta filtración, porque seguramente no renunciaron (la ASN) al éxito que tuvieron y los servidores no se habían cambiado hasta ahora”, comentó una de las fuentes de primer nivel consultadas por este diario.

 

Funcionarios del gobierno federal adelantaron que la revisión tardará varios meses, porque, explicaron, no se cuenta con la tecnología que puede detectar este tipo de ataques fácilmente y se deberá evaluar qué mecanismos más efectivos se instalarán para impedir que se repita o, al menos, poderlos contener.

 

“El error es de nosotros, las áreas de seguridad permitieron en ese momento la infiltración, no hicieron su trabajo”, reconoció uno de los funcionarios consultados.

 

Y es que el fin de semana, la revista alemana Der Spiegel dio a conocer que la Casa Blanca autorizó penetrar, de forma sistemática, la red informática completa de la Presidencia de la República e intervenir el correo electrónico de Felipe Calderón y su gabinete, lo que le permitió al gobierno de Estados Unidos evaluar a profundidad la estabilidad del país, su capacidad militar y la forma como observaban los derechos humanos.

 

En mayo de 2010 se dio luz verde a la ASN para implementar la operación bajo la cual se realizó el espionaje, que se llamó Flatliquid, y que entró “con éxito” a los servidores de la Presidencia donde encontraron “comunicaciones diplomáticas, económicas y de liderazgo, que dieron una visión interna continua al sistema político mexicano y su estabilidad interna”.

 

Además, el semanario dio a conocer que México formó parte de una lista de países “de vigilancia prioritaria”, elaborada por la Casa Blanca y “aprobada presidencialmente”, en donde se planteaban las prioridades que se debían espiar en México: en primer lugar el tema de drogas; seguido de la conducción del país, la estabilidad económica, las relaciones comerciales internacionales, las capacidades militares y los derechos humanos, y en un nivel menor el contraespionaje.

 

PAISESespiados

Protesta Calderón por espionaje de EU

 

El ex presidente Felipe Calderón exigió a la cancillería mexicana que haga un enérgico reclamo a Estados Unidos y pida explicaciones al gobierno de Barack Obama, por el espionaje de que fue objeto durante su sexenio.

 

A través de su cuenta de Twitter, el ex mandatario panista dijo que se comunicó con José Antonio Meade, secretario de Relaciones Exteriores, para pedirle que transmita su enojo al gobierno estadunidense.

 

“Hablé con @JoseAMeadeK Srio. de Rel. Exteriores, para solicitar que transmita mi más enérgica protesta por el espionaje del que fui objeto”, publicó en la red social.

 

Apenas el domingo, el semanario alemán Der Spiegel reveló que la Agencia de Seguridad Nacional espió correos electrónicos de Felipe Calderón y su gabinete.

 

En respuesta, el ahora académico de Harvard consideró: “más que personal, es un agravio a las instituciones del país, dado que se realizaron cuando ejercía el cargo de Presidente de la República”.

 

En cuatro mensajes posteados en Twiiter, el ex presidente manifestó que estará atento a la actuación de la cancillería mexicana “para exigir explicaciones a Estados Unidos y el correspondiente deslinde de responsabilidades”.

 

Y advirtió que la Secretaría de Relaciones Exteriores deber cumplir con su deber y solicitar al gobierno de Obama el motivo del espionaje durante su sexenio.

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