Les llaman “los delfines” y los cuatro están en la lista para irse derechito a la Cámara de Diputados: Aurelio Nuño Mayer, Alfredo del Mazo Maza, Enrique de la Madrid Cordero y Alejandro Murat Hinojosa.
Sus nombres se manejan desde hace meses para ocupar no sólo una curul en San Lázaro sino -y sobre todo- para saltar de ahí hacia alguna otra posición futura en el gabinete.
Pero primero lo primero. Y en esta carrera política que les están diseñando, es indispensable el paso por alguna de las Cámaras del Congreso. Al menos esa era la idea hasta antes de Ayotzinapa: enfilar a “los delfines” hacia una curul e incluso medir la posibilidad de que alguno de ellos se convirtiera en el coordinador del grupo parlamentario del PRI.
Los cuatro “delfines” son talentosos y tienen currículas de llamar la atención. No son meros juniors como algunos podrían suponer:
-Enrique de la Madrid, hijo del ex presidente Miguel de la Madrid, es licenciado en Derecho por la UNAM y tiene una maestría en Administración Pública en la John F. Kennedy. Fue diputado plurinominal en el 2000 y actualmente es director del Banco de Comercio Exterior. Quienes lo conocen lo consideran un hombre brillante y educado.
-Alfredo del Mazo Maza, recordarán, se quedó en la antesala del gobierno del Estado de México. Es hoy en día director de Banobras y fue presidente municipal de Huixquilucan. Tanto su padre como su abuelo fueron gobernadores del Estado de México. Es, como quien dice, un político de prosapia.
-Alejandro Murat Hinojosa es hijo del ex gobernador de Oaxaca, José Murat Casab. Tiene una maestría en Relaciones Internacionales por la Universidad de Columbia, en 2003 fue diputado federal, el sexenio pasado se desempeñó como director de la televisión mexiquense y actualmente es director del Infonavit.
-El nombre de Aurelio Nuño ha ido como la espuma. Se graduó en la Ibero en Ciencias Políticas y es maestro en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Oxford. Impulsado por José Carreño Carlón, se integró al equipo de Peña Nieto y actualmente es el Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República. Un personaje talentoso y poderoso, pues.
Si Ayotzinapa no cambia las coordenadas previstas, los cuatro “delfines” tomarán camino a San Lázaro.
-0-
CAMACHO SE QUEDARÍA EN EL PRI.- ¿Y qué pasaría entonces con César Camacho?, se preguntarán. Bueno, según nos cuentan, el equipo cercano a Peña Nieto prefiere que el abogado mexiquense se mantenga como presidente del PRI:
“Que saque las elecciones primero…”, apuntan.
Dependiendo de los resultados que obtenga el tricolor en 2015, entonces se vería si le dan paso a Camacho al gabinete o de plano se regresa al Estado de México.
¿Y Manlio Fabio Beltrones? Pues como él mismo dice: su tarea en la Cámara de Diputados termina hasta agosto del próximo año y ahí se quedará hasta entonces.
Para cuando llegue ese momento, ya habrán pasado las elecciones del 2015. Habrá que ver cómo pinta el escenario y qué puertas se le pudieran abrir a partir de ahí al sonorense.
Ahora, ¿qué le gustaría a él? La presidencia del PRI, sin duda.
-0-
KRAUZE Y EL PRESIDENTE.- El artículo que escribió Enrique Krauze en The New York Times es sorprendente. Le pide al presidente Peña Nieto que comparezca ante la nación, que reconozca sus errores y ofrezca una disculpa al pueblo de México.
Esto, dice el historiador, para que restablezca su credibilidad política y limitar los daños a su integridad moral que ocasionaron la tardía respuesta del gobierno federal a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y la sospecha de un conflicto de intereses en la compra de su esposa de una mansión de lujo (la “casa blanca”).
El silencio en Los Pinos ante el escrito de Krauze fue mortuorio.
-0-
GEMAS: Obsequio del secretario de Marina, Vidal Soberón: “Me enoja más todavía que manipulen a los padres de familia”.
Comments are closed.