Pues finalmente el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, dijo a los diputados que México está dispuesto a “jalarle la cola al tigre” en el tema de la controversia sobre las exportaciones mexicanas de azúcar a Estados Unidos, en la cual un grupito de industriales de aquel país solicitó una investigación por subsidios y “dumping”, y en donde el marcador va uno a cero a favor de nuestros vecinos, ya que hace un mes nos “clavaron” un arancel de 17% por las exportaciones.

 

La decisión de jalarle la cola al animalito, que consistiría en llevar la controversia a la Organización Mundial de Comercio y al mismo tiempo solicitar una salvaguarda a las importaciones de jarabe de maíz procedentes de aquel país que realiza México y que suman un millón de toneladas al año, por lo menos, se tomaría si el Departamento de Comercio de Estados Unidos decide aplicar a finales del próximo mes otro arancel a las susodichas exportaciones -en este caso por “dumping”- que podría ser de 30% a 40%.  Sumando ambos, México tendría que pagar cerca o más de 50% de cuota compensatoria por cada kilo de “polvito blanco” que exporte  el próximo año.

 

Industria_Azucarera

 

Al respecto, el presidente de la Cámara Azucarera, Juan Cortina Gallardo, expresó su confianza de que se alcance un acuerdo con nuestros principales socios comerciales. Según Cortina, las negociaciones que la Secretaría de Economía mantiene con su contraparte estadunidense van por buen camino.

 

El martes pasado, el subsecretario de Comercio Exterior de la secretaría de Economía, Francisco Rosenzweig, estuvo en Washington con sus homólogos norteamericanos para presentar argumentos y elementos contra la demanda. El funcionario dejó entrever que nuestros socios están dispuestos a una negociación en la controversia azucarera. Mañana, autoridades mexicanas y propietarios de ingenios acudirán de nuevo a Washington para continuar con la negociación. Tienen prácticamente un mes para llegar a un arreglo, que consistiría principalmente en que México limite sus exportaciones al mercado norteamericano a 1.5 millones de toneladas anuales -nuestros vecinos quieren que sea un millón nada más-, a cambio de quitar tanto los aranceles que se impusieron en agosto pasado por los subsidios, como los que amenaza con imponer por “dumping”.

 

Ahora bien, como mexicanos reflexionemos: ¿qué es lo que más le conviene a México?, ¿a las industrias mexicanas que tienen que competir con productos extranjeros?; ¿a las empresas que exportan?, etc.

 

La respuesta a todas y cada una de las preguntas anteriores es la misma: Lo mejor sería cerrar las fronteras en ambos sentidos, tanto para el azúcar mexicana en Estados Unidos, como para la HFCS a nuestro país, porque de otra forma los conflictos estarán latentes siempre.

 

Hay que recordar que esta disputa la iniciaron empresarios estadunidenses no los mexicanos, por lo que la obligación del gobierno mexicano es actuar en consecuencia con una visión estadista, para beneficio de toda la población, no de un sector de la misma. Si sucediera lo anterior, México seguiría contando con aproximadamente 500,000 toneladas.de HFCS producido en nuestro país (que dicho sea de paso, se elaboran primordialmente con maíz amarillo importado de los Estados Unidos).

 

Si revisamos los números de producción (seis millones de toneladas anuales) y consumos de azúcar en México (5.3 millones si le restamos las importaciones de jarabe de maíz), tendríamos un equilibrio casi perfecto. Existiría un excedente mínimo (700 mil toneladas) que serviría para amortiguar las caídas de producción, inventarios de seguridad, o en el peor de los escenarios se exportarían al mercado mundial.

 

¡Tómenla, partners!

 

AGENDA PREVIA

 

En Cancún se realizó el pasado fin de semana el World National Oil Companies Congress/Americas, un magno evento del sector petrolero internacional que por primera vez se llevó a cabo en nuestro país. En él participaron el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y el director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, comprobó que nuestro país es actualmente el centro de atención mundial en materia petrolera tras la aprobación de la reforma energética.