Foto: Especial Los especialistas realizaron múltiples pruebas hasta encontrar la textura perfecta de los cubiertos  

Los cubiertos aportan diversos nutrientes como antioxidantes, aminoácidos esenciales, vitaminas B1, B2, B3, B6, B9 y E, sodio, potasio, calcio, magnesio, hierro, zinc, selenio y grasas mono y poliinsaturadas.

Los responsables del proyecto: Adrián Quintero Gutiérrez, Javier Villanueva Sánchez, Guillermina González Rosendo y Víctor Alcántar Rodríguez aseguran que estos productos tienen un futuro competente; ya que en México, el salvado de arroz se destina como alimento para animales debido a que se enrancia en corto tiempo, sin embargo, los expertos politécnicos controlaron la oxidación del producto y desarrollaron también mazapanes y totopos altamente nutritivos.

Los especialistas realizaron múltiples pruebas hasta encontrar la textura perfecta de los cubiertos, con la finalidad de conservar las propiedades de alimentos funcionales, únicamente usan salvado de arroz, agua e ingredientes naturales.

Las cucharas, cuya resistencia es la adecuada, cumplen su función al entrar en contacto con alimentos calientes; sin embargo, agregarán a la lista de ingredientes algun tipo de goma comestible para aumentar la dureza. Además, realizarán un molde especial para producir estos cubiertos.

Para darle un valor agregado al salvado de arroz, como parte del proyecto multidisciplinario en el que colaboran estudiantes de licenciatura y posgrado, también producen totopos horneados con harina de maíz y salvado de arroz, como una opción de botana saludable por su contenido de fibra y antioxidantes.

Los integrantes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) estudian, además, las propiedades de los alimentos y las necesidades sociales de la región, así como los recursos con los que se cuenta. En este caso, el estudio fue en Morelos, donde está ubicado el Ceprobi. Desarrollaron un mazapán, el cual cuenta con todas las evaluaciones requeridas y los ensayos clínicos correspondientes para solicitar el registro de la patente e iniciar su comercialización.

El producto representa una alternativa viable para mejorar la nutrición infantil, los investigadores politécnicos pretenden transferirlo al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

LEG