Foto: Reuters La investigación se produjo después de que las autoridades presentaron de manera oficial una queja ante la Fiscalía  

SEÚL.- La reputación de la empresa Korean Air, la principal aerolínea de Corea del Sur y reconocida por su atento servicio al cliente, está hoy en duda por las denuncias de evasión de impuestos y otros cargos de abusos que involucran a la familia de su presidente, Cho Yang-ho.

 

Investigadores de la Fiscalía allanaron este jueves la sede de Korean Air, ubicada en el oeste de Seúl, e incautaron decenas de documentos, como parte de una investigación sobre las denuncias de evasión fiscal.

 

La investigación se produjo después de que las autoridades presentaron de manera oficial una queja ante la Fiscalía, acusando a la familia Cho de no pagar los impuestos, cuando el presidente heredó algunos activos en el extranjero de su difunto padre Cho Choong-hoon.

 

Los fiscales detectaron flujos de dinero sospechosos en cuentas bancarias de la familia Cho y personas relacionadas con el presidente de Korean Air, según un reporte de la agencia de noticias Yonhap.

 

Además, las autoridades están investigando las sospechas de que la familia podría haber malversado el dinero de Korean Air para crear fondos para pagar sobornos por más de 20 mil millones de wones (unos 18 millones de dólares).

 

La aerolínea, con vuelos a Europa, África, Asia, Oceanía y América Latina, también fue sacudida por la noticia de que la Policía solicitó este jueves una orden de arresto contra la esposa del presidente de Korean Air por cargos de violencia física y verbal contra empleados de la compañía y otras personas bajo su control.

 

La Policía acusó a Lee Myung-hee, de 69 años, de agredir, insultar y herir habitualmente a 11 personas en 24 casos de violencia, entre agosto de 2011 y marzo de este año, aprovechándose de su estatus como esposa del presidente de la aerolínea.

 

La solicitud de la orden se produjo después de que la policía interrogó a Lee durante 15 horas el lunes pasado y durante 11 horas ayer el miércoles por las acusaciones de violencia física y verbal que existen en su contra.

 

Se dice que Lee arrojó un par de tijeras de podar a un guardia de seguridad en su casa en Seúl por no haber atendido adecuadamente la puerta de la casa.

 

La mujer también fue acusada de patear a su chofer en la calle por cometer un error, y de empujar y maldecir a varios trabajadores de la construcción, contratados para un proyecto de expansión de un hotel, aunque ha negado la mayoría de los cargos en su contra.

 

Algunos de los cargos, como lesiones especiales y asalto especial, son punibles incluso si las víctimas llegan a un acuerdo con el agresor y se retiran las acusaciones.

 

“Lee usualmente agredió, insultó e hirió a personas socialmente débiles sin ningún sentido de culpa al aprovechar su estatus superior”, destacó la Policía en su solicitud de orden de arresto.

 

DPC