Maria Andrejczyk pasó de ser medallista olímpica en Tokio 2020 a una heroína de la vida real, pues subastó su presea para recaudar fondos y costear la operación de corazón de un bebé
Maria Andrejczyk pasó de ser medallista olímpica en Tokio 2020 a una heroína de la vida real, pues subastó su presea para recaudar fondos y costear la operación de corazón de un bebé