Apenas 13 de cada 100 mexicanos incursionan en el mundo empresarial, pero del total de emprendedores apenas 20% tiene algún grado de capacitación para echar a andar un negocio, comentó Arcadio Andrade, fundador de Integralis Comunicación, empresa dedicada a brindar servicios de mercadotecnia y publicidad a Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes).

 

En una entrevista con 24 HORAS, señaló que gran parte de la falta de capacitación se debe a que los empresarios no están interesados en contratar servicios profesionales que les brinden estudios de mercado que sustenten sus ideas, o bien, no hacen una planeación de negocios que les permita darse cuenta de sus posibilidades reales de éxito.

 

“En el caso de la publicidad, las pequeñas y las medianas empresas, desafortunadamente, no tienen esta visión de hacerlo de manera profesional. Entonces en temas de comunicación deciden contratar familiares que hacen diseños bonitos o hagan las páginas de internet y eso no les permite profesionalizarse”, mencionó.

 

Además, los mexicanos que quieren empezar un negocio se centran en sus virtudes o en lo que les gusta hacer, sin analizar las necesidades del mercado y si su producto o servicio va a tener la demanda suficiente para que el negocio pueda sostenerse.

 

“Incluso los apoyos gubernamentales se dedican a fomentar los talentos que la gente tiene, pero no hay una profesionalización sobre las necesidades del mercado, es decir, el mercado necesita servicios financieros a través de aplicaciones móviles o un servicio de comida rápida vegetariana, pero el emprendedor busca hacer gelatinas o pasteles”, explicó.

 

Para Arcadio Andrade, acudir a una escuela de negocios a nivel universitario no es suficiente para que los interesados en hacer negocios tengan la profesionalización suficiente al momento de abrir una empresa, pues es una carrera en la que la experiencia pesa más que los conocimientos académicos.

 

“Para emprender hay que empezar desde niño, porque si se empieza a poner un negocio de venta de limonadas o galletas, empiezan a conocer el mundo empresarial y al mercado desde chiquitos, lo cual le da una ventaja de 10 o 15 años de experiencia contra alguien que empezó a emprender a los 25 años, cuando sale de la licenciatura”, explicó.

 

Otra alternativa para mejorar el funcionamiento de una empresa y la profesionalización es que las pymes se acerquen a las cámaras empresariales de su región, porque les pueden compartir experiencias de negocios, así como crear una red de clientes que multiplique las ventas de su negocio.