Con una inyección de dos mil millones de pesos, que serán ejercidos este año, el gobierno federal buscará fortalecer el campo sinaloense. Sinaloa, considerado la cuna del narcotráfico en México, es al mismo tiempo el tercer lugar en producción agrícola de alto valor económico y el cuarto lugar en homicidios, de acuerdo con el Secretariado Nacional de Seguridad Pública.

 

Ahí invertir en el campo es “invertir en la paz”, aseguró el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) José Calzada Rovirosa. Mientras, empresarios y habitantes de la entidad sienten que Sinaloa no ha podido despegar precisamente a causa del cártel que tomó su nombre.

 

La entidad de la cual es originario Joaquín Guzmán Loera es de muchos contrastes. Por un lado, tiene una deuda de siete mil 607.4 millones de pesos que le da el lugar 16 entre los 32 estados del país: esta cifra aleja a Sinaloa de Tlaxcala, Campeche y Querétaro (los que menos deben) y también de Chihuahua, Veracruz, Estado de México y Coahuila, los estados de gobiernos priístas con mayor deuda pública en el país.

 

Sinaloa genera el 2.09% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, y con 341 mil 917 millones de pesos en 2014, tiene el lugar 19 en generación de riqueza en comparación con las demás entidades. Es el séptimo productor agrícola del país por tonelada y ocupa el tercer lugar a nivel nacional por valor de producción; sus principales productos son maíz grano y tomate rojo (jitomate), carne de ave y bovino, camarón y atún.

 

“Sinaloa es uno de los grandes exponentes agrícolas de nuestro país. Ellos están invirtiendo bien, hay un movimiento muy importante que va por el lado de la acuacultura. Acabamos de tener un acuerdo de invertir en tecnología, innovación e inversiones productivas por más de dos mil millones de pesos. Todo orientado a la productividad”, mencionó el funcionario en entrevista.

 

“Queremos alejarnos del subsidio para meternos a la productividad. La inversión será este año para infraestructura productiva: centros de acopio y empaque, espacios de refrigeración. Yo te podría decir con mucha contundencia que invertir en el campo es sembrar paz”.

 

En contraste, cifras del Secretariado Nacional de Seguridad Pública (SNSP) indican que con 993 averiguaciones previas iniciadas ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJS) Sinaloa es la cuarta entidad más violenta del país, después del Estado de México, Guerrero y Jalisco, por la comisión de homicidios dolosos.

 

Desde la década de 1980, Sinaloa ha sido conocido como la cuna del narcotráfico porque de ahí han sido originarios algunos de los capos más importantes en la historia del país.

 

Nacieron en Badiraguato y Culiacán Ernesto Fonseca, Don Neto, conocido como El jefe de jefes; Rafael Caro Quintero, El narco de narcos; y Miguel Ángel Félix Gallardo, personaje que se ganó el apodo de El Padrino -en referencia a la película del mismo nombre y a uno de sus protagonistas, el capo italiano Vito Corleone– porque en la década de 1980 dividió al país en territorios para evitar guerras de poder entre los diferentes líderes del narco.

 

Entre Don Neto, Caro Quintero y Félix Gallardo (relacionado con los hermanos Arellano Félix, fundadores del Cártel de Tijuana) crearon el Cártel de Guadalajara. Todos ellos sinaloenses igual que Ismael El Mayo Zambada y su socio Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, herederos del cártel de Guadalajara que después convirtieron en el de Sinaloa y el cual que últimamente ha sido llamado cártel del Pacífico.

 

Conocido como el huerto de México, la entidad está rodeada de mitos: tiene los terrenos más fértiles del país pero debe 20% de su economía a la producción y trasiego de drogas; otras leyendas populares y difíciles de sustentar dicen que Culiacán es el más grande comprador de camionetas Hummer del mundo o que tiene el mayor número de agencias de venta de automóviles de lujo en el país.

 

Ahí, la violencia permea en todos lados, hasta en el vocabulario. Se utiliza la palabra “bichi” para referirse a una persona que viste ropas tan ligeras, que va casi desnuda: como las novias de los narcos. Para insultar a alguien se le dice “buchón” en alusión a que su estilo de vida y modo de vestir se parecen a los del narcotraficante serrano, nuevo rico que bebe whisky porque es caro y lo ordena por botella sin saber pronunciar su marca: “Buchanas”, le dice.

 

En otras ciudades la gente sale corriendo con sus maletas porque desea viajar mucho; en Sinaloa la gente recibe el año en la calle, echando tiros al aire con armas de alto poder. Tanto que el gobierno local hace intensas campañas en diciembre para pedir a sus habitantes que dejen de hacerlo; según el periódico Noroeste, los sinaloenses han tomado como medida refugiarse en sus casas minutos antes de dar la bienvenida al año nuevo para evitar ser víctimas de una bala perdida.

 

“No es un lugar donde se genere miedo. Tú ves a una sociedad sinaloense como sociedad narca, pues nosotros vemos a los narcos como un segmento metido dentro de la sociedad. No todos somos narcos, pues, de hecho casi nadie es narco”, platicó Francisco, culiacanense de 40 años que pidió preservar su identidad.

 

Infografía: Xavier Rodríguez

 

“Es como Guadalajara: no todos son como El Chicharito y no todo Guerrero es Ayotzinapa. Ellos son sólo un segmento aquí y el pueblo no deja de ser el pueblo, con sus empleos, sus salarios y su vida normal. La mayoría no tenemos una vida al estilo narco, y tú identificas muy bien quiénes son”

 

Así y todo, “Francisco” utiliza en su conversación referencias como que “nunca” ha visto un ejecutado y que tampoco le ha tocado una balacera “de cerca”. Es precisamente  esta relación geográfica la que no ha dejado que la entidad “despegue”, lamentaron líderes empresariales. Para ellos, Sinaloa ha vivido bajo el estigma del cártel que adoptó su nombre.

 

“Sinaloa ha tenido desde hace muchos años una desafortunada proyección ‎relacionada con el narco, sin embargo, el 100% de los visitantes de primera vez se sorprenden por la realidad alejada de ese estigma, Sinaloa es tierra de gente buena, de gente hospitalaria y de trabajo, que busca salir adelante”, lamentó el líder de Coparmex en el estado Luis Enrique Pun Hung, en entrevista vía correo electrónico.

 

Coincidió el líder de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) con sede en Culiacán José Luis Vega López, quien en entrevista mencionó que desde hace aproximadamente cinco años la entidad ha detenido su crecimiento y ahora voltea hacia la industrialización del campo y nuevos sectores para desarrollarse como el desarrollo de software y la instalación de “hubs” de Tecnologías de la Información y la Comunicación.