Las sucursales bancarias o los cajeros automáticos representan parte de la infraestructura bancaria con la que cuenta el país, pero también forman parte de ella las terminales punto de venta, esas cajitas, inalámbricas o no, con las cuales se pueden realizar pagos en los comercios y que se comunican vía telefónica con el banco para cerciorarse de que el cliente tiene saldo o goza de crédito para poder efectuar la compra deseada.
El país cuenta con una infraestructura bancaria que consiste, según las últimas cifras de la Asociación de Bancos de México (ABM), en 13 mil 474 sucursales bancarias, 40 mil 100 cajeros automáticos y 630 mil terminales puntos de venta; a esto hay que sumarle alrededor de 35 millones de tarjetas de crédito y 96 millones de tarjetas de débito, aproximadamente. Puede parecer una infraestructura amplia y adecuada, pero no lo es; de hecho, estamos lejos de poder satisfacer los servicios mínimos bancarios que requiere la población.