Hay veces que uno no sabe si ignorar los aspectos negativos de la vida. Sobre todo cuando brincan a la vista y a nadie, o a muy pocos, parece importarle.
Francamente no sólo me niego a ignorar realidades como que México tiene una percepción de corrupto a nivel internacional, sino que me niego a callar aspectos tan evidentes como el que consigna Transparencia Internacional en su Barómetro Global de Corrupción 2013: Los mexicanos tenemos la percepción de que la corrupción crece en el país.
Que los mexicanos tienen la percepción que la policía y los partidos políticos son las instituciones más corrupta en el país al igual que Bangladesh, Burundi, Etiopia, Ghana, Kazakhstan, Kenya, Liberia, Malawi, Malasia, Pakistán, Ruanda, Senegal, Sri Lanka, Tanzania, Uganda, Zambia, Zimbabwe… entre otros.
El organismo destaca que en el sector privado –ámbito de negocios– la percepción de corrupción es baja a nivel internacional. No es de sorprender pues las empresas, por lo general, no corrompen, sino que son corrompidas por funcionarios extorsionadores los cuales pueden afectar la operación de las compañías.
De acuerdo con la 12ª Encuesta Global de Fraude y Corrupción de la firma de servicios profesionales EY, las empresas tienen en lo general mayor conciencia en torno a los riesgos relacionados al soborno y corrupción. Sin embargo, destaca, los objetivos de negocio y la conducta ética de una compañía pueden entrar en franca competencia en un ambiente de adversidad económica.
De acuerdo con esta firma global de asesoría y consultoría de negocios el 60% de los encuestados en México informan que las prácticas de soborno/corrupción ocurren de manera común en sus empresas. En Estados Unidos solo el 14% de los participantes están alineados a esta perspectiva en su país.
A nivel nacional el 38% de los encuestados considera que el soborno es una práctica común utilizada para obtener contratos. En Estados Unidos solo el 5% lo cree así para el caso de su país.
El 44% de quienes contestaron el cuestionario aplicado por EY en México considera que han aumentado las prácticas de soborno/corrupción debido a la crisis económica. En Estados Unidos el 9% lo considera así.
Los inversionistas a nivel internacional, presionados por la desaceleración económica mundial, buscan oportunidades en países con buena reputación y perspectivas de desarrollo, por ello los reguladores constantemente analizan la conducta de esta clase de mercados, lo cual evidencia realidades a veces maquilladas por el marketing país de cada nación.
Los negocios en México deben ser mucho más proactivos ante los riesgos asociados a la corrupción y fraude. La alta dirección no puede subestimar el riesgo que corre su reputación al verse involucrada en alguna situación perniciosa como éstas.
El mundo está siendo evaluado. Vigilado. Por ello en México es necesario cambiar el fondo, no sólo maquillar la realidad para mejorar la percepción.
Bastó un torneo de futbol para que Brasil pasara de ser ante los ojos del mundo la economía emergente líder de los países BRIC, a una gran economía con una serie de desajustes ocultos detrás del maquillaje del marketing país.
Una mentira no puede sostenerse para siempre. Tenemos que cambiar de raíz. México debe ser un mercado comparable con las economías más sólidas del planeta.
Las empresas, en general, si bien son más conscientes en torno a los riegos de la corrupción y fraude, aún no adoptan iniciativas de administración de riesgos, lo cual siempre será menos oneroso que verse inmiscuido en un problema asociado a esos flagelos perniciosos.