Un madruguete presuntamente ordenado por Ernesto Cordero e instrumentado por su leal queretano Francisco Domínguez, quien intentó tomar las oficinas de la tesorería del grupo, originó un nuevo conflicto en la representación del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado de la República.
Ante esta acción “ilegal”, según la calificó el coordinador Jorge Luis Preciado, pidió la intervención de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y acudió una fiscal acompañada de varios ministeriales para dar fe de la situación de las instalaciones.
Estas se encuentran en la Torre Azul, el edificio contratado desde la Legislatura antepasada por el entonces líder senatorial Diego Fernández de Cevallos.
En una conferencia de prensa, Preciado aseguró que el contador encargado de dicha oficina, Luis Canuto y el resto del personal, fue desalojado por el senador Domínguez, quien presento un oficio firmado por el presidente de la Mesa Directiva, Ernesto Cordero. Preciado Rodríguez aseguró que este acto es claramente un hecho desafortunado y para el cual ya se hiso una denuncia de hechos, mas no penal, la cual comenzó a partir de las ultimas horas de ayer, a fin de obtener a los responsables de este desalojo.
El también senador panista José María Martínez, acompaño al coordinador blanquiazul en la conferencia nocturna y señaló que, cuando llegó a las oficinas de la tesorería encontró sellos y cadenas en las oficinas que componen el edificio, además de chapas forzadas y expulsadas.
Agregó a demás que al dirigencia nacional de su partido, presidida por Gustavo Madero, ya tiene conocimiento de los hechos, y estarán en comunicación para encontrar la mejor solución.
He aquí la crónica del escándalo:
Por la tarde, alrededor de las 5:30 de la tarde, el senador Francisco Domínguez, nombrado tesorero de la bancada azul el miércoles pasado por el grupo de Ernesto Cordero, llegó y tomó las oficinas de la bancada.
Argumentó que había platicado ya con Jorge Luis Preciado informándole su intención de ocupar inmediatamente su nuevo cargo. Llegó acompañado de un cerrajero a la llamada Torre Azul, en Paseo de la Reforma 136, donde tiene sus oficinas el grupo parlamentario del PAN desde la Legislatura pasada, cuando fue comprada por Diego Fernández de Cevallos.
“Si la Mesa Directiva ya recibió de enterado de los cambios en los estatutos, ya puedo tomar mis nuevas actividades”, comentó el nuevo funcionario administrativo. El mismo Domínguez Servién destacó que lo hizo de manera pronta, debido a que su cargo había entrado ya en vigor y quiere tener el control de los recursos para que luego no le atribuyan problemas que no le competan.
Inclusive externó su deseo de conocer sus nuevas instalaciones con la idea de regresar este viernes para comenzar a trabajar.
Minutos más tarde, personal que labora con el coordinador Preciado Rodríguez estaba a las afueras de la tesorería, en un edificio alterno al Senado, donde hablaban y hablaban por teléfono.
Versiones extraoficiales del momento hablaban de preocupación de los preciadistas porque, suponían, Domínguez Servién fue en calidad de servidor de Cordero para sustraer algunos documentos o bien destruirlos a fin de no dejar constancia de los manejos realizados de septiembre pasado al 21 de mayo, cuando hubo cambio de coordinador.
Con semejantes temores, comentaron varios informantes a los medios de comunicación, se temía un robo o daños a los archivos contables, razón por la cual el propio Jorge Luis Preciado habría llamado a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) a fin de dar fe de las condiciones en que se encontraban instalaciones y archivos.
Así serán tomados por personal del entorno de Preciado.
Los rumores se confirmaron y de pronto llegó una fiscal de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y se metió al edificio. La acompañaban varios elementos, presuntamente judiciales, y un cerrajero.
Después de casi tres horas de labores al interior, la fiscal salió por la parte trasera del inmueble y entre empujones caminó hacia su automóvil y se fue sin dar una sola declaración.
Es una vergüenza: “Jefe Diego”
La lucha interna de Acción Nacional (PAN) es una vergüenza para el país y muestra cómo los panistas no pueden vivir “sin el poder, el mando, el dinero y la fuerza de la política”, afirmó ayer Diego Fernández de Cevallos.
El Jefe Diego dijo textualmente:
“Cuando en la política se pierde la idea central de que venimos a servir a dar y no a recibir, aparece la política como una droga y esa hace que no podamos vivir sin el poder, el mando, el dinero y la fuerza que da la política”.
“No tomo partido por ningún grupo, no cuestiono a nadie en lo personal porque creo que todo lo que está en pugna tiene un común denominador que es la pena, la vergüenza de lo que está pasando”.
La crisis azul es producto de una “una noche muy oscura en donde todo mundo tiene derecho a suponer, imaginar, esperar que viene el amanecer y después de un mal momento hemos pasado por el camino, nos hemos dado tropezones y caídas pero también tenemos una fuerza histórica que no debemos perder”.
Parte de los problemas del PAN es que hay personas adentro que no pueden imaginarse hacer nada en su vida si pierden el espacio político que han tenido y cuando la política deja de ser esa vía generosa para generar bienes públicos se convierte en una “droga en el alma”, afirmó.