ABU DHABI, Emiratos Arabes Unidos. Bill Gates, fundador de Microsoft y filántropo, dijo ayer que descarta contender algún día por un cargo público, escogiendo no unirse a un desfile de empresarios acaudalados que han intentado incursionar en la política.
Al preguntársele en la Cumbre de Medios de Comunicación de Abu Dhabi sobre si competiría por la Presidencia de su país, respondió que su trabajo actual con la Fundación Bill & Melinda Gates era “un cargo muy agradable” y que no le exigía recaudar fondos para “tratar de ser elegido” ni tiene “límite de tiempo por ocho años” como algunos cargos por elección en Estados Unidos.
“Decidí que el trabajo de filantropía es donde mi contribución sería más inigualable, así que en eso es en lo que voy a trabajar el resto de mi vida”, dijo Gates. “De hecho, pienso, y quizás esté equivocado, que puedo tener tanta influencia en ese papel como el que podría tener en cualquier papel político. En cualquier caso, nunca competiría por un cargo político”, agregó.
Gates dijo que le alegraría ofrecer al Presidente de Estados Unidos su asesoría.
El candidato presidencial republicano Mitt Romney, quien dirigió la empresa de capital privado Bain Capital, es el más reciente empresario acaudalado que busca un cargo público.
Entre quienes lo precedieron están el ex candidato presidencial de 1992 Ross Perot y la ex directora ejecutiva de eBay Inc. Meg Whitman, quien gastó 142 millones de dólares en su fallido intento de convertirse en gobernadora de California en 2010.
Gates dedicó gran parte de su discurso a causas caritativas y a su fundación, especialmente a su trabajo para erradicar la polio en los tres países en los que aún se encuentra: Afganistán, Pakistán y Nigeria.
“Es la prioridad principal de nuestra fundación. Estamos convencidos que es factible terminar con la polio y traerá prosperidad de larga duración”, señaló Gates. “Sentará las bases para un mejor sistema de salud pública para niños en los lugares más pobres y remotos”, añadió. AP