La seguridad alimentaria es “rehén” de las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que han propiciado la escalada de precios de los alimentos, acusó hoy el relator de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier De Schutter.
Alertó a la OMC que los países en desarrollo están “atados de manos” por las reglas comerciales que han disparado los precios de los alimentos.
El relator hizo un enérgico llamado a la OMC para que revise su posición contra el proteccionismo respecto a los precios de alimentos, ya que el libre mercado está jugando en contra de uno de los derechos fundamentales que es la alimentación.
A un mes de que se celebre la conferencia ministerial de la OMC, el funcionario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que las negociaciones serán clave para garantizar el derecho a la alimentación, tema que debe ser prioritario en la agenda del debate.
“La seguridad alimentaria es el ‘elefante’ al que la OMC tiene que hacer frente. El comercio no dio de comer a los hambrientos cuando la comida era barata y abundante, y ha sido menos capaz de hacerlo ahora que los precios se han disparado”, sostuvo el relator en un comunicado.
Subrayó que la importación de productos alimentarios sumarán 1.3 billones de dólares en 2011, mientras que los países pobres han pagado un 30 por ciento más este año para poder comprar comida.
De Schuter recordó que el Grupo de los 20 (G-20) reconoció que la dependencia excesiva de las importaciones de alimentos ha dejado a los pueblos de los países en desarrollo en una situación de creciente vulnerabilidad frente a los incrementos de precios y la escasez.
“La Organización Mundial del Comercio tiene que reconocer ahora lo mismo”, urgió el relator especial de la ONU.
En contraste con el libre comercio que promulga la OMC, De Schutter recomendó aranceles más altos a la importación, restricciones temporales, compras estatales a pequeños productores y políticas individuales de subsidios a la industria agroalimentaria.
De Schutter calificó de “vitales” estas medidas para lograr la recuperación de la capacidad de la industria alimentaria en los países en desarrollo.
“El mundo está de cabeza”, consideró el relator de la ONU, ya que “las reglas de la OMC deberían girar en torno al derecho humano a la alimentación y no al contrario”.