Hombres armados en el oeste de Etiopía mataron al menos a 34 personas en un ataque a un autobús el sábado por la noche, dijo el domingo el organismo nacional de derechos humanos, mientras crecen los temores de un vacío de seguridad en el país en medio de una campaña militar en el norte. .
La Comisión de Derechos Humanos de Etiopía dijo que es probable que el número de personas muertas aumente después de lo que llamó un ataque “espantoso” contra el autobús de pasajeros en la región de Benishangul-Gumuz. Dijo que había informes de ataques “similares” y de personas que huían de la violencia en otras partes de la región.
“El último ataque es una terrible adición al costo humano que asumimos colectivamente”, dijo Daniel Bekele, jefe de la comisión, en un comunicado.
Instó a las autoridades regionales y federales a trabajar juntas en una estrategia para Benishangul-Gumuz debido al “ritmo implacable” de los ataques allí. Milicianos armados mataron al menos a 45 personas en la misma región en septiembre, según el gobierno etíope.
La violencia se produce en medio de una guerra de 12 días entre el gobierno etíope y la agitada región de Tigray en el norte del país. Los expertos dicen que el conflicto podría alentar a otros grupos étnicos a explotar el caos para presionar por una mayor autonomía, mientras que el redespliegue de fuerzas a Tigray podría dejar expuestas a otras regiones.
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AR