El programa Master chef ha tenido gran respuesta. Se transmite por TV Azteca con varias temporadas exitosas. Pero como dicen por ahí: “todo por servir se acaba y acaba por no servir”. El objetivo era descubrir nuevos talentos en la cocina y utilizar todos los recursos de nuestra comida mexicana; ver los avances de los concursantes y gozar con ellos la creación de sus platillos. No sé si lo han visto, pero el show se ha convertido en una pesadilla debido a que los chefs de la emisión se han vuelto rock stars (ellos dicen que no), pero sus actitudes dejan mucho que desear.

 

En esta reciente temporada, se percibe que perdieron la perspectiva y los estragos de la fama se apoderan de ellos. Para empezar, Betty Vázquez busca vestirse con modelos llamativos y de diseñador, cuando antes simplemente aparecía con su filipina. Benito Molina y Adrián Herrera se han hecho de mala fama por sus desplantes.

 

Simplemente no es correcto que Benito Molina regañe a un concursante usando palabras como “eres un estúpido”, “haces puras ma…”. ¿Cómo pueden pedir respeto, si ellos no lo aplican? En la televisora no deberían permitir el maltrato a los participantes. No es apropiado que utilice su posición para agredir e insultar; e incluso, aventando el platillo y provocando que éste se rompa. Sabemos que en una emisión todo es parte del show,  pero hay situaciones agradables y otras reprobables, como la sucedida entre el aspirante a chef llamado Pablo y el juez Benito.

 

 

La película mexicana Cuando los hijos regresan se estrenará el próximo 21 de diciembre en el país. Cuenta con un gran reparto encabezado por Fernando Luján y Carmen Maura, Erik Elías, Irene Azuela, Anabel Ferreira, Esmeralda Pimentel y Cecilia Suárez. La cinta es un dramedy (comedia y drama), que aborda la vida de una familia de clase media integrada por los padres y tres hijos. Cada uno encuentra su camino y los papás celebran que después de tantos años, por fin se quedarán solos para disfrutar de sus actividades.

 

Toda iba muy bien, hasta que los tres hijos regresan a su hogar con nietos, perros y esposas y entonces comienza el caos. Una cinta entretenida y familiar.

 

 

Marcos Valdés cuenta que su padre, Manuel El Loco Valdés, tiene 87 años, y admira que siempre está vacilando. En medio de la enfermedad, el comediante hasta pide un vodka. Comenta que nunca se está preparado para perder a un ser querido, y espera que falte mucho tiempo para ello. Agregó que su papi quiere mucho a su esposa Arcelia, quien padece demencia senil. El Loco Valdés es un hombre fuerte, y jamás abandonaría a su mujer para irse a vivir con Cristian. Le harán un homenaje en enero para poder prepararlo bien, pues falta que el veterano actor termine sus terapias para estar presente en el acto.

 

 

Hay más…, pero hasta ahí les cuento.