La modelo belga, Marisa Papen posó desnuda en las pirámides egipcias, durante una sesión fotográfica en la que pretendía ensalzar la figura de la reina egipcia Nefertari.
Dicha sesión fotográfica causó revuelo y molestia al Gobierno Egipcio, por lo que la modelo y su fotógrafo Jesse Walker pasaron un día en una prisión de Luxor.
Para evitar que la pena hubiera sido mayor, Jesse tuvo que borrar las fotos de la tarjeta de memoria de la cámara, ya que conocía una forma de recuperarlas. A los guardias, les tuvieron que decir que “no habían hecho todavía una foto porque estaban comprobando los niveles de luz” y como esta excusa no sonó creíble, los agentes trasladaron a ambos a varias comisarías hasta ser juzgados. Cuando volvieron al hotel Jesse recuperó las fotos.
Estas imágenes no han agradado al Gobierno de Egipto y mucho menos al ministerio de Antigüedades, que indicó que cuando fueron detenidos la modelo aseguró que quería aparecer “como la reina Nefertari” y que iba en contra de esa cultura.
Papen y su compañero tuvieron que explicar todo delante de un juez, quien finalmente les puso en libertad sin cargos, pero les advirtió de “no hacer nunca más eso tan estúpido y vergonzoso”.
No es la primera vez que el país ha tenido que afrontar situaciones similares, ya que en 2015 se difundió una grabación de un vídeo con contenido adulto en la misma zona.
aarl