Cuando asumí la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados el 1 de septiembre de 2016, junto con los demás integrantes de la Mesa Directiva garantizamos la pluralidad de las expresiones y la inclusión de todas las voces.

 

 

Los principios con los que conducimos la Mesa Directiva fueron el respeto, el diálogo, el trabajo, el orden y la imparcialidad; y fortalecimos la comunicación con los integrantes de la Junta de Coordinación Política para el desahogo de los asuntos de los grupos parlamentarios.

 

 

 

Asumí la presidencia de la Mesa Directiva con la plena convicción del servicio a México y con la responsabilidad de conducir las relaciones institucionales con plena independencia y autonomía con los otros poderes instituidos en la Constitución.

 

 

 

Representar al Congreso de la Unión requirió poner por encima de cualquier posición partidista o personal, el interés de los mexicanos y, sin duda, ha sido la más alta distinción que he recibido como representante del estado de Morelos.

 

 

Siempre buscamos que prospere el debate de las ideas, así como la confrontación de los argumentos y la intensidad de las expresiones de cada uno de los legisladores.

 

 

En todo momento consideramos que el debate respetuoso entre los diputados que integramos la LXIII Legislatura es necesario, pues enriquece y es congruente con la esencia del Parlamento, pero al mismo tiempo exigimos e hicimos que se respetara la Ley Orgánica y el Reglamento que nos rige.

 

 

A través de las agendas legislativas de los grupos parlamentarios buscamos demostrar a la nación que somos capaces de alcanzar acuerdos y construir productos legislativos que le sirvan a los mexicanos.

 

Gracias a los acuerdos están las leyes aprobadas en materia de anticorrupción, justicia laboral, justicia, seguridad, salud, igualdad de género, protección del medio ambiente y personas adultas mayores; la creación de la Ley General de Asentamientos Humanos y el Registro Nacional de Cáncer.

 

Asimismo, se avalaron diversas propuestas para el desarrollo de ciudades sustentables, erradicar la violencia en contra de las mujeres, aumentar las penas en delitos de tráfico de especies protegidas, prohibir las peleas de perros y castigar delitos ambientales contra el agua, el aire, los bosques y otros recursos naturales.

 
Reitero que la unidad de todos los mexicanos y sus sectores productivos es indispensable ante las políticas racistas y económicas del presidente Donald Trump.

 

 

Nos opusimos al incremento a las gasolinas porque vulnera la economía de los mexicanos.

 

 

 

La tarea legislativa y la comunicación son un binomio. Creo en la libertad de expresión y en el derecho de los ciudadanos a la información. En estos meses he tenido el privilegio de hacer amigos, como Eduardo Salazar, que me dispensa con la confianza para estar cada ocho días en este espacio; quiero agradecer a él y a todos los periodistas su amistad y apoyo.

 

 

Agradezco la confianza de los diputados por mi designación. Tuve el honor de ser el centésimo décimo presidente de la Cámara de Diputados desde su inicio, el 8 de octubre de 1857. Reconozco la invaluable participación de las mujeres, cuyo número predominó en esta Mesa Directiva. También agradezco a todos los electores de Morelos, a quienes seguiré sirviendo con pasión y entrega.

 

 

La vida sigue.

 

 

*Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.