La Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tiene la obligación de rescatar el honor, la ética y el reconocimiento que alguna vez tuvo el Instituto Electoral de la CDMX (IECM).

 

Porque después del desaseo con el que se manejó ayer la sesión para regalarle siete diputados locales plurinominales a Morena para que tenga la mayoría calificada en el Congreso de la capital del país, quedan serias dudas sobre la actuación de la mayoría que votó a favor de modificar la distribución original de los legisladores por lista.

 

El IECM había hecho previamente el reparto de las plurinominales, dejando a Morena y aliados con 38 curules, pero, siete diputados electos presentaron un documento pidiendo cambiar de partido, es decir, que se les asignara un lugar en un partido distinto por el que compitieron.

 

Lo más grave y sospechoso del asunto, es que cinco de los siete consejeros electorales, incluida su presidenta Patricia Avendaño, avalaron la petición desconociendo una regla de distribución de plurinominales que ellos mismos habían aprobado un día antes por lo que Morena y aliados tiene, a partir de ayer, 43 diputados locales.

 

El IECM no tendría facultades para realizar esa modificación; los diputados sí pueden cambiar de partido, desde luego, pero una vez que se instale el Congreso y rindan la protesta de ley.

 

Con esta determinación, que será atacada por la oposición ante el Tribunal Electoral, Morena tiene una sobrerrepresentación y está a un diputado de lograr la mayoría calificada, con lo cual podría hacer lo que quiera en la capital del país.

 

Pero también está el hecho sospechoso de que, con la modificación aprobada ayer, el IECM le regaló diputaciones por la vía plurinominal a la hermana de Martí Batres, Valentina Batres, al hijo del líder de la CATEM y financiador de campañas de Morena Pedro Haces Lago, al expriista Fernando Zárate y a Elizabeth Mateos.

Nadie en su juicio cuestiona la aplanadora morenista en la capital del país; pero hacer “politiquería’’ para ganar en el escritorio lo que no obtuvieron en las urnas, es trampa, simple y llanamente.

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La derrota de Santiago Taboada en la capital del país ha comenzado a pasar factura a algunos personajes que lo promovieron.

 

Uno de ellos es el gestor Leovigildo Chávez López, que estuvo promoviendo al excandidato con empresarios y comerciantes capitalinos.

 

Chávez López se esmeró por figurar cerca de Taboada durante la reunión de empresarios de la Ciudad de México el pasado 10 de abril, en la jornada en la que dialogaron los tres candidatos principales al gobierno de la capital con inversionistas locales.

 

Taboada se perfilaba, en esa fecha, como el candidato con mayores posibilidades de triunfo.

 

Chávez López también se dejó ver con el exalcalde de Benito Juárez en una reunión pública, el 7 de mayo durante el Encuentro del Sector Turístico CDMX.

 

Fue una apuesta, pues, y perder tiene un costo también político.

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Dante Delgado repetirá en el Senado, pero de panzazo.

 

Una rara combinación de resultados permitió que Luis Donaldo Colosio, que se había ido a dormir con resultados adversos en el PREP, despertara como senador después del recuento de las casillas.

 

Como Dante era suplente de Colosio en la lista plurinominal, pero el hijo del excandidato presidencial priista “ganó’’ en las urnas, entonces Dante Delgado asume como senador.

Todavía falta ver qué resuelve la sala regional del Tribunal Electoral, a la que acudirá la oposición para tratar de revertir el recuento que hizo senador a Colosio y resucitó a Dante.

 

     @adriantrejo