Las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Agricultura y Desarrollo Rural y Salud informaron que la muerte de monos aulladores sí fue por golpe de calor, porque los exámenes forenses descartaron enfermedades emergentes y de origen toxicológico.
La semana pasada se reportó la muerte de 157 animales Alouatta Palliata en Chiapas y Tabasco, y los municipios más afectados fueron Cunduacán y Comalcalco, que concentran 80 por ciento de los decesos.
En Comalcalco se mantuvieron al resguardo a nueve ejemplares de mono saraguato “en la unidad móvil instaurada para el auxilio de esta especie”.
Tras el incidente, se pidió una investigación, por lo que personal de las dependencias realizó la inspección clínica de especímenes enfermos y algunos que tenían poco tiempo de muertos, a los que se les tomaron muestras biológicas que se enviaron a distintos laboratorios oficiales del Senasica.
El laboratorio de alta seguridad, ubicado en Palo Alto, Ciudad de México, descartó la presencia de algún virus de influenza, así como de encefalitis equina del este, del oeste y venezolana.
Por su parte, el Centro Nacional de Servicios de Diagnóstico en Salud Animal (Cenasa), que se localiza en Tecámac, Estado de México, realizó estudios de histopatología para descartar la presencia de lesiones causadas por algún agente infeccioso.
Detallaron que “actualmente, se encuentra bajo vigilancia médica un ejemplar con cuadro de deshidratación. Se espera que una vez recuperado, sea igualmente liberado. En el municipio de Cunduacán, 12 ejemplares están bajo cuidado médico, tres de los cuales están en estado delicado, pero estables.
“Para asegurar su exitosa rehabilitación son monitoreados permanentemente, bajo los protocolos correspondientes”, indicaron las autoridades.