UNAM. Pese a la inconformidad de parte de la sociedad mexicana, durante cuatro jornadas los jóvenes han acampado frente a Rectoría 
Foto: Gabriela Esquivel | UNAM. Pese a la inconformidad de parte de la sociedad mexicana, durante cuatro jornadas los jóvenes han acampado frente a Rectoría   

La bandera de Palestina se mueve con el viento sobre decenas de casas de campaña, mientras se alzan gritos contra Israel que justo ayer comenzó su ofensiva final contra el grupo terrorista Hamás… Pero no se trata de Rafah, en la frontera entre Gaza y Egipto, sino de Ciudad Universitaria, en la capital mexicana.

Aquí, pese a la inconformidad de parte de la sociedad mexicana, vertida en redes sociales, durante cuatro días un grupo de jóvenes universitarios ha montado un plantón de resistencia exigiendo que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) rompa relaciones con el país de Oriente Próximo.

Además de su presencia semipermanente, que replica las protestas realizadas en universidades de Estados Unidos y Canadá, los jóvenes han comenzado a realizar “intervenciones”, como ocurre en uno de los bajopuentes bajo Insurgentes Sur.

“¡Palestina libre!” y “Exigimos a la UNAM romper relaciones con Israel”, son las consignas que se aprecian al lado de una pinta de la bandera palestina.

Al centro del plantón, en una carpa blanca, representantes y voceros del movimiento se resguardan del Sol, a la vez que reciben víveres y alimentos no perecederos que han solicitado a la población en general, con el objetivo de sostener el campamento y a los, afirman, 150 participantes.

Para Karla Leyva, representante del campamento, no existe conflicto con las autoridades universitarias por el plantón, pues se entabló un diálogo con ellas e incluso consiguieron la instalación de baños portátiles.

Sin embargo, la también egresada de la Facultad de Filosofía y Letras acusó de intimidación a los funcionarios de la universidad, que en ocasiones realizan rondines por el campamento, al encontrarse éste al interior del campus universitario, justo frente a la Torre de Rectoría.

“Aprovecharon la coyuntura un poco para venirse a dar una vuelta al campamento y ver quiénes están, se pasean entre las casas de campaña, tomando fotos, y esas actitudes las asumimos como actos de intimidación”, señaló.

Leyva insistió en el llamado a la UNAM para romper relaciones académicas, políticas y económicas con Israel, y resaltó que la Máxima Casa de Estudios tiene convenios con la marca HP, IBM y Google, empresas que, según ella, financian el “genocidio” en Palestina.

“De hecho tenían un Google Day programado para estos días que está el campamento, y decidieron cancelarlo porque temían que llegáramos a boicotear el evento”, dijo, sin mencionar si efectivamente esa era la intención de los activistas.

Cuestionada sobre las acciones a tomar en caso de que las autoridades no atiendan el llamado, la estudiante señaló que el próximo miércoles realizarán una reunión, en la que medirán la fuerza que tiene el plantón y se votará por la continuidad del mismo.

“Vamos a revaluar si mantenemos el campamento o ya se levanta, necesitamos medir la fuerza que tenemos, hasta el momento hay muchas casas de campaña, mucha gente está viniendo para acá, entonces sentimos que hay fuerza suficiente para una semana más”, apuntó.

La representante estudiantil indicó que en dicha reunión se discutirá la posibilidad de convocar a la sociedad mexicana a una “megamarcha” por Palestina, y así mostrar la solidaridad del pueblo mexicano.

Sin embargo, la misma sociedad se encuentra dividida en sus opiniones respecto al conflicto, como demostró el comunicado sobre el plantón que publicó la UNAM el 3 de mayo pasado, en el que destacó que “será respetuosa de las expresiones de protesta de las y los universitarios, siempre que éstas se conduzcan dentro de los límites del respeto”.

Aunque también destacó que “hay muchas y muchos universitarios que coinciden con los manifestantes, pero también hay quienes discrepan y pueden llegar a sentirse ofendidos”.

Y es que el 7 de octubre pasado, la organización terrorista Hamás, que controla la Franja de Gaza, atacó por sorpresa a Israel, ocasionando el fallecimiento de mil 163 personas, la mayoría de ellas civiles.

Además de más de un centenar de personas secuestradas, incluyendo dos mexicanos, de los cuales uno, Orión Hernández, sigue retenido por la organización terrorista; su novia, judía-alemana, falleció en cautividad.

El ataque ocasionó una ofensiva en toda regla por el lado israelí, incluyendo el bombardeó sistematizado de territorio e infraestructura en territorio palestino, previó a la ocupación por tropas de tierra… una respuesta que ha dejado más de 30 mil fallecidos, de acuerdo a cifras del Ministerio de Sanidad de Gaza.