El 1 de mayo de 1886, decenas de trabajadores en Chicago, Estados Unidos, se fueron a huelga para exigir una jornada laboral de ocho horas. Esto culminó en la trágica masacre de Haymarket Square, que marcó un precedente en la lucha por los derechos laborales y sirvió como catalizador para conmemorar esta fecha como un día de reivindicación de las y los trabajadores en todo el mundo.
Cada primero de mayo, miles de trabajadoras y trabajadores salen a marchar por las calles, como un símbolo de resistencia y solidaridad, recordándonos que la lucha por condiciones laborales justas siempre trascenderá fronteras y generaciones.
Por ello, en un país como el nuestro, profundamente marcado por las luchas obreras y los movimientos sociales, el Día del Trabajo adquiere mayor significado, ya que conmemora la lucha por los derechos laborales y, al mismo tiempo, nos invita a reflexionar sobre el rumbo que en esta materia ha tomado México en la historia reciente.
Durante más de tres décadas, nuestro país fue testigo de la implementación de políticas económicas neoliberales que dejaron rezagados a las y los trabajadores. Sus derechos fueron socavados, la desigualdad se profundizó, los salarios se estancaron y la estabilidad laboral se volvió cada vez más precaria.
Sin embargo, con la llegada de la Cuarta Transformación se dieron pasos significativos para revertir esta tendencia. La visión del presidente Andrés Manuel López Obrador permitió impulsar la reforma laboral de 2019, que sentó las bases para fortalecer los derechos sindicales y la negociación colectiva, empoderando a las y los trabajadores para elegir libremente a sus representantes y participar en la toma de decisiones en sus lugares de empleo.
Otro logro fue el aumento al salario mínimo, una medida que ha beneficiado a millones de personas y comenzó a revertir la tendencia de estancamiento salarial de los años anteriores. Además, programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida brindan hoy oportunidades de desarrollo a miles de mexicanas y mexicanos, impulsando con ello la inclusión y la equidad en el mercado laboral.
Asimismo, la 4T enfrentó el problema de la subcontratación abusiva, tomando medidas para regularla y proteger los derechos de la clase trabajadora. La prohibición de la subcontratación total, establecida en la Ley Federal del Trabajo, constituye un paso crucial hacia la erradicación de prácticas laborales injustas y explotadoras.
De ahí que este 1 de mayo no sirva solamente para conmemorar la fecha, sino también para reconocer los logros alcanzados en los últimos seis años y, sobre todo, para recordarnos que la lucha por los derechos laborales es constante. La Cuarta Transformación tiene un compromiso firme con la justicia social y la equidad, pero sigue siendo responsabilidad de todas y todos continuar exigiendo mejores condiciones en los trabajos, a fin de aspirar a una sociedad más justa y equitativa.
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