Vaya que México ha pagado las consecuencias del cambio climático y a pesar de ello, este país decidió tomarse un “sexenio sabático” en sus responsabilidades con el medio ambiente. Pero eso se acaba en menos de cinco meses.

La responsabilidad ecológica no es una imposición de los organismos internacionales del imperialismo neoliberal como vociferan en sus pasquines los que gobiernan.

Es tan sencillo como voltear a ver el nivel histórico de sequías que enfrenta este país y que nos costará un derrumbe en la producción de alimentos en el campo que nos obligará a importaciones históricas de maíz.

Es poder apreciar la velocidad y fuerza con la que se puede formar un huracán en el Pacífico y destruir Acapulco en unas cuantas horas.

El régimen de Andrés Manuel López Obrador ha sido, por mucho, el más irresponsable con el medio ambiente en lo que va de este siglo, cuando, tarde, el mundo entero se dio cuenta de las consecuencias del cambio climático.

Son muchos los frentes donde hay una renuncia gubernamental a cuidar el medio ambiente, una de las irresponsabilidades más grandes se da en el terreno energético.

La reforma energética del sexenio pasado era limitada y tardía, pero era un camino correcto para darle una mejor viabilidad al sector energético, eléctrico y petrolero, hacia la generación de energías limpias en este país.

Pero López Obrador prefirió dar contratos de carbón a sus aliados y dejar que Pemex se conservara en la ineficiencia y en el confort de mantener su producción de combustóleo.

Para el Presidente los aerogeneradores afean el paisaje y las hidroeléctricas, que aportan energía renovable pero no limpia, resulta que necesitan agua para funcionar y no hay. Las presas están al 35% de su capacidad.

Pero hay algo más, los siete países más ricos del mundo se comprometieron a que en diez años cerrarán por completo sus centrales eléctricas a carbón, esas a las que le apuesta López Obrador.

La mayoría de las exportaciones mexicanas se dirigen a esos países del G7, básicamente a Estados Unidos, y bastará con amenazar con sanciones comerciales a quien use energías sucias para meter a este país en un problema.

No puede ser una sola persona un impedimento para que México sea líder en producción de energías limpias cuando estamos dentro del llamado cinturón solar, y de acuerdo con cálculos de la Asociación Mexicana de Energía Solar, el potencial de generación es equivalente a 28 veces la capacidad total instalada del Sistema Eléctrico Nacional.

Y en cuanto al potencial de generación de energía eólica, México podría generar hasta 70,000 mega watts (MW), que, para darnos una idea, Estados Unidos tiene una capacidad instalada de 60,000 o Alemania que tiene una capacidad instalada de 52,000 MW.

Entonces, México está dentro del cinturón solar, tiene espacio suficiente para generar más energía con el viento de lo que produce Estados Unidos, tiene un enorme interés de inversiones privadas porque hay muchos consumidores activos y potenciales. Lo que le sobra a este país es una sola visión limitada y caprichosa. Una.

Dice la Constitución que eso termina en 150 días y dicen las ofertas electorales de las dos candidatas presidenciales que la visión es otra totalmente diferente. Ya veremos.

 

      @campossuarez