PROTESTA. Manifestantes marcharon ayer en contra de la nueva ley de inmigración francesa en la plaza del Louvre de París. 
Foto: AFP | SOLIDARIDAD. Miembros pidieron ayer “una migración humana" con pancartas durante la sesión en Bruselas.  

Después de una delicada negociación de varios años sobre un tema que provocó evidentes divisiones en el bloque, el Parlamento Europeo aprobó ayer una amplia reforma de su política migratoria.

El Pacto de Migración y Asilo, que refuerza controles fronterizos y establece un sistema de solidaridad entre los países miembros, recibió el apoyo de los tres principales grupos de la Unión Europea (UE): los socialistas y demócratas, el Partido Popular Europeo (PPE, derecha) y los centristas de Renovar Europa.

Para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, este hecho es un logro enorme para Europa. “Ha sido realmente un día histórico”, comentó.

La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, dijo que “podrá defender mejor nuestras fronteras exteriores”.

También podrá defender “a los vulnerables y a los refugiados, devolver rápidamente a aquellos que no son elegibles para quedarse”, señaló.

 

CONTROVERSIA

Aún en la sede del Parlamento Europeo, el eurodiputado español Manu Pineda (izquierda) aseguró que con esta controvertida ley, la UE entregó su política migratoria a la extrema derecha. “Este pacto llena de vergüenza a toda la UE”, afirmó.

En tanto, el ministro húngaro de Relaciones Exteriores, Peter Szijjarto, indicó que “este nuevo pacto prácticamente concede la luz verde a la migración ilegal en Europa”.

Hungría “no cederá” sobre su barrera física en la frontera, dijo el ministro. “No permitiremos que inmigrantes ilegales pongan un pie en Hungría”, adelantó.

En una nota, la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) pidió a los países que “garanticen condiciones humanas para los solicitantes de asilo y los migrantes afectados”.

Mientras tanto, Amnistía Internacional señaló que las instituciones de la UE “vergozosamente firmaron un acuerdo que saben que conducirá a un mayor sufrimiento humano”.

La sesión de votación en el Parlamento Europeo llegó a ser brevemente interrumpida a causa de una ruidosa protesta en las gradas del plenario, donde activistas pedían a gritos a los eurodiputados que votaran contra el proyecto de reforma. “¡Este pacto mata! ¡Voten NO!”, gritaban.

Esta nueva normativa no se aplicará hasta el año 2026. La Comisión Europea deberá presentar en junio un programa detallado de implementación.