“El buen juez por su casa empieza”. Pero no, en Morena no aplica. Inexplicablemente hace casi seis años le regalaron a Napoleón Gómez Urrutia el pase para transitar con impunidad y lo más importante, para no pisar la cárcel por defraudar a miles de trabajadores. De la noche a la mañana, el que se hace pasar por minero también se hizo pasar por morenista para ser enlistado como senador plurinominal.

Napillo siempre se mueve donde le conviene, optó por la bandera de Morena cuando vio la oportunidad de obtener con ellos el fuero. De origen era priista como su padre, que fue senador y diputado por ese partido, y gracias al PRI y las influencias de su papá, Napito fue director de la Casa de Moneda; y ya por su parte acumuló dos fracasos al intentar ser gobernador de Nuevo León apoyado por el mismo partido.

Sin duda, un chapulín que le ha costado críticas a la 4T. El balance que hará la sociedad hacia el apoyo, impunidad y tráfico de influencias otorgados por Morena a Napillo generará dudas y cuestionamientos, y es que sólo en México un representante obrero perseguido y acusado por robarle mil millones de pesos a miles de sus agremiados se convierte en Senador y obtienen fuero.

Para la 4T, ¿dónde queda la justicia para los mineros defraudados por Napillo?, ¿por qué darle fuero y defraudar a las familias?, ¿por qué hacer caso omiso a los cuatro laudos emitidos por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que lo obligan a devolver el dinero a quien le pertenece?

Esas son preguntas que deberá responder Morena y en estas no cabe la presunción de inocencia, ya que hay evidencia hasta de sobra, pero curiosamente el grito de justicia de todo un gremio no les importó y le renovaron su pase de impunidad, ahora con una diputación plurinominal.

Napillo, como senador, promovió y aprobó iniciativas en contra de los trabajadores y por supuesto de la minería, cosa que se esperaba. Causó agravio a la economía de la clase trabajadora. Propuso, negoció y aprobó iniciativas con “letras chiquitas”, que lejos de representar un beneficio, escondían restricciones y limitaciones.

En 2021, Gómez Urrutia empezó una campaña para limitar y topar el reparto de utilidades, lo que afectó a miles de trabajadores; mediante una reforma a la Ley del Trabajo eliminó el 10 por ciento que mandata la Constitución que se debe repartir de las ganancias de las empresas entre los trabajadores y topó las PTU a 90 días. Ahora, para poder acceder a un derecho legítimo, los verdaderos mineros debemos salir a las calles y manifestarnos o bien interponer amparos para resarcir el daño y derogar esa reforma anticonstitucional.

Napillo ha promovido puro atole con el dedo, puros engaños y no podía ser distinto, esa es su marca personal. Propuso incrementar los días de vacaciones sin decirles a los trabajadores que durante éstos, dejarán de percibir el pago de horas extras y otros ingresos ligados al salario, es decir, verán una disminución en sus sueldos, condenándolos a encerrarse en sus casas o a endeudarse gastando lo que no tienen. Aliado de los trabajadores nunca ha sido, más bien es un explotador de mineros.

Ya lo decíamos, Morena por principios y obligación debe hacer que Napillo pague lo que debe y que la justicia sea en favor de los mineros estafados y no de un delincuente que ni siquiera debería ser legislador por contar con doble nacionalidad.

 

       @CarlosPavonC