En la historia contemporánea de México, el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador —el primero emanado de las filas de la izquierda— demostró ser una auténtica fuerza transformadora, logrando no sólo desafiar las estructuras de poder establecidas durante el período neoliberal, sino luchando por la vía pacífica por un país más justo y equitativo.

Estamos hablando de un legado que trasciende toda etiqueta ideológica, ya que está cifrado en logros tangibles que hoy benefician al pueblo mexicano. Uno de los pilares fundamentales de ese legado es la reducción de la pobreza y de la desigualdad. A través de programas sociales como la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores y Jóvenes Construyendo el Futuro, se logró sacar de la marginación a millones de mexicanas y mexicanos, brindándoles la oportunidad de una vida digna y con mayores posibilidades de desarrollo.

Otro logro relevante es la pacificación del país. Si bien es cierto que aún se enfrentan desafíos en materia de seguridad, el Gobierno de México adoptó un enfoque diferente, basado en atacar las causas estructurales de la violencia. La implementación de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública y la creación de la Guardia Nacional son ejemplos claros de esta nueva perspectiva que busca devolver la paz y la tranquilidad a todas las regiones de nuestro territorio.

En el ámbito de la infraestructura, se han llevado a cabo importantes proyectos. La construcción del Tren Maya, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, las refinerías y el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” son muestras claras de cómo la inversión estratégica del recurso público en este rubro puede generar empleo y desarrollo en todo el país.

De ahí que la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación, liderada por la doctora Claudia Sheinbaum, adquiera especial relevancia. Su propuesta de país prevé seguir edificando sobre cimientos fuertes y ya colocados, consolidando así los avances logrados en materia de reducción de la pobreza, pacificación del país y desarrollo de infraestructura, entre otros ámbitos.

Por primera vez en mucho tiempo, las y los mexicanos estamos frente a la auténtica oportunidad histórica de optar por un proyecto transexenal de gran alcance, absolutamente distinto del esquema disruptivo entre sexenios que se venía presentando con los gobiernos federales emanados del PRI y del PAN.

Hablamos de seguir impulsando una transformación genuina y trascendental que, aunque no estará exenta de retos, contará con el esfuerzo conjunto del pueblo para seguir construyendo un futuro y un país más justo para las generaciones venideras. Lo que se busca, en última instancia, es escribir una nueva página en la historia de México, una que esté marcada por el progreso, la inclusión y el bienestar de todas y todos.

 

ricardomonreala@yahoo.com.mx

X y Facebook: @RicardoMonrealA