El rejoneador español Pablo Hermoso se despidió de la Plaza México como el gran vencedor tras hacerse con dos orejas en el último toro al que enfrentó en dicho recinto
Foto: Daniel Paulino | El rejoneador español Pablo Hermoso se despidió de la Plaza México como el gran vencedor tras hacerse con dos orejas en el último toro al que enfrentó en dicho recinto  

Aún dando muestra de ese rejoneo que lo mantuvo en la cúspide de su especialidad durante décadas y ya con 57 años de edad, Pablo Hermoso de Mendoza se retiró como el gran triunfador de la corrida por el 78 Aniversario de la Plaza de Toros México, tras hacerse con las dos orejas del último elemento que pudo torear en el recinto capitalino.

Reivindicado luego de un primer animal que no le dejó explorar sus mejores características como matador a caballo, el español formó parte de una cartelera en la que los mexicanos Arturo Gilio y Ernesto Javier “Calita”, se llevaron el protagonismo en los dos primeros encierros que tuvieron, cortando en ambos casos una oreja tras sólidas pero nada extraordinarias faenas.

Alejado de esas cuatro ocasiones que en su momento logró cortar un rabo en la México, durante los años 2000, 2006, 2009 y 2016, pero con el agrado notable del público que incluso él mismo reconoció previo a su primer encuentro, Pablo Hermoso de Mendoza culminó una fiesta taurina en Ciudad de México con la victoria definitiva gracias a un toro de nombre “Manuel”, que pese a dejarle esas últimas orejas, no se ganó una salida lenta por el coso de Insurgentes, en un acto que no acompañó el resultado designado por el juez de plaza.

En el caso de los mexicanos y con su reafirmación como matador, Arturo Gilio mostró un estilo atrevido al medirse con “Carlos”, en la primera faena de la tarde y que tras un buen manejo del capote y una sólida definición con el espada, le dieron su primera oreja como matador en la Monumental Plaza México.

Para “Calita”, la reafirmación como el torero más regular que tiene México en la actualidad, también le valió una oreja que logró ante “Miguel”, en una tarde en la que al menos tres de los seis elementos dispuestos por la ganadería de Los Encinos hicieron que la fiesta brava tuviese un final alentador.

Sacado de la plaza por última vez en hombros, Hermoso de Mendoza puso fin a una carrera como rejoneador en la que se mantuvo activo y le dio a la reapertura de la Plaza México su primera corrida con triunfo ante los más de 40 mil aficionados que llenaron el inmueble.