Las autoridades francesas detuvieron al menos 94 agricultores después de que intentaran ingresar al mercado de abastos de Rungis, uno de los más grandes del mundo, en las afueras de París, Francia, en medio de las protestas que sacuden al país, lideradas por el Sindicato de Explotadores Agrícolas (FNSEA).
En la tarde, 79 de estas detenciones ocurrieron cuando varios manifestantes “ingresaron brevemente a pie en un área de almacenamiento”, donde causaron daños para luego ser expulsados, informó una fuente policial.
Esta nueva cifra de arrestos se suma a los de otras 15 personas que se encontraban interfiriendo en el tráfico, también cerca de Rungis.
A las protestas, productores de distintos países europeos se han sumado a las manifestaciones, en su región.
En Bélgica las protestas de los agricultores se centran en Bruselas y Amberes, en el norte del país. Además, apuntan hacia el puerto de Zeebrugge, en Brujas, sin descartar Bruselas como próximo objetivo.
Mientras que en Italia, tras varias concentraciones y protestas puntuales, se desarrolla una estrategia de movilización más definida, afectando carreteras en cinco regiones.
En España, las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA han anunciado un plan de movilizaciones en todo el país, aunque aún no han establecido fechas concretas.
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Las carreteras portuguesas podrían ser el próximo escenario, debido a que un grupo de trabajadores del campo, organizados a través de Whatsapp, convocaran una marcha de tractores y otros vehículos agrícolas hasta el Alto de Leomil, a 10 kilómetros de la frontera hispano-lusa de Vilar Formoso y Fuentes de Oñoro.