Irreversible. Para especialistas el daño realizado por las perforaciones y los pilotes instalados al agua que corre por las cavernas no tiene solución.
Foto: Especial | Irreversible. Para especialistas el daño realizado por las perforaciones y los pilotes instalados al agua que corre por las cavernas no tiene solución.  

El Tren Maya, proyecto insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha ocasionado un daño irreparable al sistema de cavernas subterráneas bajo la ruta férrea, alterando la calidad del agua.

El tramo 5 sur del Tren Maya se extiende desde Playa del Carmen hacia Tulum, Quintana Roo, y debajo se encuentra el sistema de cenotes más grande del mundo, Aktun T’uyul.

Se trata de un conjunto de cuevas sumergidas de más de 340 kilómetros, que ahora están amenazadas por la obra federal debido a las perforaciones que han realizado para la colocación de pilotes en algunas de ellas, explicó Guillermo D. Christy, hidrólogo y miembro de la agrupación Cenotes Urbanos, en entrevista con este diario.

Denunció que las perforaciones son ilegales porque no hay Manifestación de Impacto Ambiental que las respalde.

Estudios realizados por la agrupación y diversas asociaciones civiles, con vuelos de drones y conteo de fotografías, originalmente habían calculado 8 mil pilotes, pero conforme ha ido avanzando y adaptándose el tramo, ya rondan los 17 mil pilotes en el tramo 5, que tiene un aproximado de 121 kilómetros, mientras que los pilotes están colocados por grupos a una distancia aproximada de 15 metros.

“El problema principal es el agua, hay cientos de pilotes perforados ya sobre las cavernas, en teoría no debería haber pilotes sobre las cavernas porque la promesa presidencial es que no se iba afectar, al contrario, la colocación de pilotes era para su protección, aunque desde el principio nosotros supimos que era ilógico, no había manera de no pasar por ellos”, explicó.

Ya hay contaminación del fierro por la corrosión que tienen los tubos ya colocados. En días pasados, la organización SOS Cenotes denunció la perforación del sistema de cavernas Aktun T’uyul, donde se tiene planeado colocar 12 pilotes; dos ya están perforados.

“Hasta el momento han sido impactadas 122 cavernas subterráneas, las que apenas hemos registrado, de ellas unas las han completamente rellenado, en otras han puesto pilotes y otras han desbaratado sus entradas”, indicó D. Christy.

 

REPERCUTE EN LOS ANIMALES

“Muchos de los animales que entraban a beber a las cavernas, su única fuente de agua porque en esta zona no hay ríos ni laguna, se han obligado a desplazarse por el ruido. Aves como el pájaro Toh que anidan dentro de las cavernas, ya se ha registrado que se han desplazado, sobre todo los que quedaron acorralados entre el paso del tren, la carretera federal y desarrollos urbanos, por eso se ha visto un alto índice de atropellamiento de jaguares y tigrillos sobre la carretera”, dijo el experto.

Tan sólo en 2023 se registraron dos atropellamientos de jaguares y un tigrillo.

El impacto inmediato es la cobertura vegetal perdida, pues los desmontes afectaron a al menos 8.7 millones de árboles, censo hecho por expertos en un inicio; pero ya con todas las obras accesorias como fábricas de pilotes y talleres, la cifra se calcula en 10 millones de árboles arrasados en la selva.

Aún se desconoce qué se hizo con la madera de todos los árboles talados, y donde se hizo la reforestación que el gobierno federal notificó que se realizaría.