AFP PROCESO. Funcionarios electorales se preparaban ayer para contar votos en una cabina electoral en Dhaka en las elecciones legislativas.  

Sheikh Hasina, representante del partido La Liga Awami y primera ministra de Bangladesh, ganó este domingo las elecciones legislativas, boicoteadas por el principal partido de la oposición, que denunció una “farsa electoral”.

Aunque el resultado final y las cifras exactas se anunciarán formalmente hoy, los responsables de la Comisión Electoral afirmaron que el partido de Hasina obtuvo alrededor de tres cuartas partes de los escaños, al menos 220 de los 300 escaños del Parlamento.

A Hasina, en el poder desde 2009, se le atribuye el mérito de un crecimiento meteórico al octavo país más poblado del mundo con 170 millones de habitantes, azotado por la pobreza extrema, pero se acusa a su gobierno de graves violaciones de los derechos humanos y de una implacable represión de la oposición.

El Partido Nacionalista de Bangladesh (BNP, por sus siglas en inglés) denunció “una elección falsa”, y por otros partidos, diezmados en los últimos meses por una ola masiva de detenciones, que estimaban que las votaciones no serían ni libres ni honestas.

Hasina, de 76 años, llamó a los votantes a acudir a las urnas para mostrar su confianza en el proceso democrático.

En la mañana de este domingo, Hasina aseguró a los periodistas que el BNP era una “organización terrorista”, después de votar en la capital, Daca.

Una declaración que se produjo después de que sus opositores convocaron a una huelga general para el fin de semana y pidieron a la población no votar.

Los opositores temían que se repitieran las irregularidades de las elecciones anteriores, ganadas por la primera ministra Hasina.

El jefe de la Comisión Electoral Nacional, Habibul Awal, estimó la participación en torno al 40%. Muchos habitantes entrevistados dijeron que no habían votado porque el resultado era de esperarse. /CON INFORMACIÓN DE AFP

 

INCENDIO DEJA A MILES EN LA CALLE

 

Unos 4 mil rohinyás se quedaron en la calle tras un incendio, presuntamente criminal, en un campamento al sureste de Bangladés. La ONU estimó la cifra en 7 mil. El fuego destruyó una serie de refugios de bambú y lona.