Vaya grillas morenistas.

 

Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa y abanderada de Andrés Manuel López Obrador, fue a Palacio Nacional a pedir apoyo superior.

 

Fue recibida -la información recabada refiere la cita el pasado fin de semana- por el Presidente de la República y escuchó sus quejas y sus peticiones.

 

Es cuestión de memoria.

 

En las elecciones intermedias de 2009 apareció un personaje folklórico con cinta en la frente y amparado por el PRD.

 

Le llamaban Juanito, pero su nombre real es Rafael Ponfilio Acosta Ángeles, y competía por ser jefe delegacional de Iztapalapa.

 

Las siglas lo favorecían y entonces surgió el dedazo de Andrés Manuel López Obrador para bendecirlo: él sería el elegido por la población, pero cedería el cargo a Clara Brugada.

 

Juanito se resistió, despachó unos cuantos días pero al final fue obligado por López Obrador a entregar la plaza y desde entonces vaga sin rumbo ni destino en éste, ése y aquel partido.

 

 

EL DEDO ESTÁ CLARO

 Esa gran relación subsiste.

 

Clara Brugada ha contado estos 14 años con el apoyo de Andrés Manuel López Obrador y hace meses él le dijo sí, ve por la Jefatura de Gobierno del Distrito y ella se siente bendecida por el supremo.

 

Lo es.

 

Mas Claudia Sheinbaum fue con el mismo supremo y le pidió apoyar a Omar García Harfuch porque él le garantiza el triunfo en la Ciudad de México y la gran cosecha para el voto nacional.

 

Todo parecía a favor del exsecretario de Seguridad Ciudadana, pero desde hace dos semanas comenzó una campaña en su contra y así se habría dado el encuentro para analizar personalidades.

 

Datos:

 

La seguridad pública en la Ciudad de México no es tan eficaz como se dice, los delitos siguen al alza, García Harfuch no tiene arraigo en la capital, trata de apoyarse en la estructura de Morena porque carece de una propia… y así.

 

Ante ese panorama, la respuesta presidencial fue simple:

 

-Respetaré las encuestas.

 

Y en eso están.

 

 

SANDRA MADRUGA

 1.- Quien se ha adelantado a todos los aspirantes a jefes de Gobierno de la Ciudad de México de la oposición es Sandra Cuevas, en abierta campaña por el respaldo popular.

 

Ha pedido licencia como alcaldesa de Cuauhtémoc mientras otros prospectos -el panista Santiago Taboada (Benito Juárez), el priista Adrián Rubalcava (PRI), Lía Limón (Álvaro Obregón, también panista)- siguen en su escritorio al pendiente de sus jurisdicciones.

 

Ellos están en espera todavía del método para seleccionar al mejor cuadro para competir contra el Gobierno federal, el capitalino, las becas, las pensiones y todo el aparato de Estado.

 

Hay muchos aspirantes más, pero aquí solamente se anotan quienes están en primera fila y retrasados en doble vía, con los morenistas y con Sandra Cuevas.

 

Y 2.- Hugo López-Gatell anda feliz.

 

A dónde va lo reciben con simpatías porque, dice, es un reconocimiento a su actuación a su imagen desde Palacio Nacional y en el manejo mediático de la pandemia de Covid.

 

Inclusive, celebra, va a lugares de buen nivel económico donde se supone hay rechazo a la 4T, pero a él lo apoyan y consigue simpatías para la campaña interna por la candidatura citadina.

 

Al final sabremos si es cierto.

 

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