El segundo choque de semifinales en la Copa Libertadores de América tuvo sus primeros 90 minutos de actividad en Argentina, que concluyó en empate sin goles entre Boca Juniors y Palmeiras, para dejar el destino de ambos en el torneo continental para el encuentro de vuelta de la próxima semana en casa de los alviverdes, que buscan su tercera final en los últimos cuatro años.
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Aunque el equipo dirigido por Jorge Almirón corrió con las responsabilidades del encuentro y con mayor cantidad de presencia ofensiva, nunca logró resquebrajar a una defensa brasileña del Palmeiras, que se mostró siempre eficaz para controlar las llegadas xeneizes en el arco de Weverton.
Salvo un remate de Valentín Barco, que el portero visitante dejó a escasos centímetros de su arco y que Edinson Cavani no alcanzó a empujar para una eventual ventaja, Boca Juniors tuvo que conformarse con la posesión como único elemento a favor, sin tener ideas estructuradas en ataque, para únicamente conseguir siete intentos a portería entre sus 18 remates totales.
Palmeiras no buscó definir el encuentro en estos primeros 90 minutos y su estilo defensivo se vio afectado con apenas un solo remate en materia ofensiva, durante el 44% del tiempo que tuvieron el esférico en su control.
Para Abel Ferreira, la eliminatoria siempre estuvo pensada en Buenos Aires para cuidar su arco sin goles y poder llegar a Brasil la próxima semana, con argumentos favorables para tratar de alcanzar la final ante su gente.
Previo al encuentro de vuelta, que se jugará este 5 de octubre, en el Estadio Allianz Parque de São Paulo, Boca Juniors deberá jugar un juego más el domingo en la Bombonera, cuando reciba a River Plate en una edición más del superclásico de Argentina, mientras que los brasileños enfrentarán el mismo domingo a Bragantino como parte de las actividades oficiales en el Brasileirão.
LEG