Foto: AFP / La Presidencia de Azerbaiyán pidió a las fuerzas separatistas armenias que depongan las armas e "icen la bandera blanca" antes de sentarse a negociar "con los representantes de la población armenia de Karabaj"  

Tres años después de un conflicto anterior y tras pedir la retirada “total e incondicional” de su rival armenio de este enclave montañoso del Cáucaso en disputa desde hace tres décadas, Azerbaiyán lanzó ayer una operación militar en Nagorno Karabaj.

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Los combates suman al menos 25 muertos en el bando armenio, incluidos dos civiles, y otro civil fallecido en las filas azerbaiyanas, según reportes de ambas partes hasta el cierre de esta edición.

La Presidencia de Azerbaiyán pidió a las fuerzas separatistas armenias que depongan las armas e “icen la bandera blanca” antes de sentarse a negociar “con los representantes de la población armenia de Karabaj” en Yevlax, una ciudad azerbaiyana.

Las autoridades separatistas del Nagorno Karabaj pidieron un alto el fuego inmediato y negociaciones, al denunciar que varias ciudades, incluida la capital regional Stepanakert, son objetivo de “disparos intensos” contra infraestructuras civiles.

Los combates tienen lugar “en toda la línea del frente” y atacan con “disparos de artillería y misiles, drones ofensivos y aviones de combate”, informó el enclave separatista, que evacuó a más de 7 mil civiles de 16 localidades. Bakú aseguró ayer por la noche que ya tenía el control de unas 60 posiciones armenias.

La diplomacia azerbaiyana advirtió que “la única forma de lograr la paz y la estabilidad” es “la retirada incondicional y total de las fuerzas armadas armenias” del territorio y “la disolución del llamado régimen separatista”.

En cambio, el primer ministro armenio acusó a Azerbaiyán de querer “arrastrar a Armenia a las hostilidades”.

RUSIA Y TURQUÍA

Azerbaiyán aseguró que informó a Rusia y Turquía de sus operaciones y el Kremlin expresó su “preocupación”, comentó el portavoz Dmitri Peskov, al reportar que están tratando de que regresen “a la mesa de negociaciones”.

Azerbaiyán justificó sus acciones por la muerte de cuatro policías y dos civiles azerbaiyanos en la explosión de minas en un lugar donde se construía un túnel, entre Shusha y Fizuli, dos ciudades de Nagorno Karabaj bajo su control.

Nagorno Karabaj es una de las regiones más minadas de la antigua Unión Soviética cuyas explosiones matan regularmente. Pero los servicios de seguridad azerbaiyanos creen que fue un grupo de “saboteadores” separatistas armenios quienes colocaron estas minas, cometiendo un acto de “terrorismo”.

El conflicto anterior, en 2020, terminó con una derrota militar de Armenia, que tuvo que ceder territorios en Nagorno Karabaj y sus alrededores a Azerbaiyán.

Piden dimisión del mandatario armenio

Manifestantes concentrados delante de la sede del gobierno armenio en Ereván pidieron ayer la renuncia del primer ministro Nikol Pashinyan, tras el inicio de la operación militar de Azerbaiyán en la región en disputa del Nagorno Karabaj.

“¡Nikol traidor!” o “¡Nikol, dimite!”, fueron algunas de las proclamas de los manifestantes. Pashinyan denunció previamente los llamados a dar “un golpe de Estado”.

La diplomacia de Armenia denunció una “agresión a gran escala” con fines de “limpieza étnica”. También juzgó que Rusia, garante de un alto el fuego pactado en 2020 con fuerzas de paz en el terreno, debería “detener la agresión azerbaiyana”.

A la par, Pashinyan pidió a Moscú, su aliado tradicional, y a la ONU que actúen. El gobierno armenio asegura que no tiene tropas en Nagorno Karabaj y dio a entender que las fuerzas separatistas estaban solas contra el Ejército azerbaiyano.

LEG