Cientos de personas, entre familiares de víctimas de desaparición, colectivos y activistas, se dieron cita en el Ángel de la Independencia, para exigir justicia por los miles de casos de este delito, en el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
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Desde antes del mediodía la gente empezó a llegar a las inmediaciones del Ángel, sobre Paseo de la Reforma.
Con pancartas, lonas y megáfonos, externaron su descontento y recordaron a sus familiares, arrebatados de su lado, víctimas de desaparición.
A paso lento, pero decidido, el contingente inició la marcha, entre las consignas “Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!” y denuncias y demandas al Estado, por la imperante impunidad en sus casos y la inacción de las autoridades responsables.
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Los casos de desapariciones indígenas fueron visibilizados por el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI), quienes denunciaron los casos de múltiples jóvenes triquis, que ya no volvieron a sus hogares.
A unos pasos de arribar a la plancha del Zócalo capitalino, sobre la avenida Cinco de Mayo, el bloque se encontró con una barrera de policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.
Ante los oídos sordos de los policías a las múltiples peticiones para que les abrieran paso, los manifestantes hicieron uso de palos y hasta de sus puños, para que la barrera se deshiciera.
Pasadas las dos de la tarde, el grupo de personas se apostó frente a Palacio Nacional para exigir justicia al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y el cese a las desapariciones, así como la resolución de sus casos.
A esta demanda se sumó una nueva, la del respeto al derecho a la libre manifestación. Esto, tras lo acontecido con los elementos de la SSC en Cinco de Mayo, un hecho que calificaron de represivo.
PGR