En el contexto de la reunión trilateral México-Estados Unidos-Canadá, como parte de la cumbre de fentanilo, se conoció un dato que revelaría una severísima crisis de seguridad nacional de México y una responsabilidad hipócrita estadounidense: ingresan a territorio mexicano 200 mil armas anuales por la vía del contrabando.

Detrás de esa realidad existen como mínimo dos responsabilidades: quién vigila la frontera mexicana para impedir el ingreso de una cantidad escandalosa de armas de contrabando que van de manera directa a las bandas criminales de todo tipo y quién del lado americano permite que las armas primero se adquieran en mercados legales e ilegales estadounidenses y luego crucen por la frontera.

Si existe una responsabilidad de Estados Unidos que se deriva de la segunda enmienda y del derecho ciudadano a poseer armas, el problema se agrava cuando se trata de armas ilegales y sobre todo cuando se exportan a otros países, lo que convierte al Gobierno estadounidense en el principal contrabandista de armas del mundo y por lo tanto corresponsable de los grados de violencia que afectan a otras sociedades.

Autoridades mexicanas han detectado que no se trata de pistolitas de uso individual, sino de armas letales que requieren de dinero, mantenimiento y municiones especiales y que provocan matanzas sin control.

Si EU tiene mucho que hacer para controlar las armas que circulan dentro de su territorio, en realidad México debe dar el primer paso para sellar los diferentes caminos fronterizos que permiten que esas armas crucen la frontera con facilidad y luego se comercialicen en territorio mexicano.

De poco servirá que las fuerzas federales de seguridad aumenten el decomiso de armas ilegales dentro de México, si la capacidad de flujo de esas armas se puede sustituir con demasiada facilidad.

Zona Zero

  • La cumbre de fentanilo no deparó sorpresas porque ninguno de los tres países está dispuesto a utilizar instrumentos del Estado para reprimir -ésta sería la palabra- a los grupos criminales y usan a México como tránsito o base para exportar esa droga criminal hacia Estados Unidos. Y de nueva cuenta, EU sigue siendo incapaz de reconocer que el tráfico y consumo de fentanilo como tal o mezclado con otras drogas como la zombie tiene que ver con el consumo prácticamente libre de drogas en todo el territorio americano. La clave de las drogas está en la demanda para el consumo.

     

    (*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

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