Foto: AFP / "Y sobre todo, no dejaremos que nos quiten la dignidad", sostuvo el actor que encarna al personaje de Walter White en Breaking Bad  

Varias estrellas del cine y la televisión, como el protagonista de Breaking Bad Bryan Cranston, se congregaron ayer en la emblemática plaza de Times Square de Nueva York para apoyar a los actores de Hollywood en huelga.

“No aceptaremos que se supriman nuestros empleos y lo hagan robots”, dijo Bryan Cranston al referirse a la Inteligencia Artificial (IA) ante una muchedumbre de huelguistas y partidarios reunidos en esta plaza en el corazón del distrito de teatros de Broadway.

Con una camiseta del sindicato de actores SAG-AFTRA que muestra un puño en alto, envió un mensaje al jefe de Disney, Bob Iger, foco de las protestas: “No aceptaremos que nos prive de nuestro derecho a trabajar y de ganar decentemente nuestra vida”.

“Y sobre todo, no dejaremos que nos quiten la dignidad”, sostuvo el actor que encarna al personaje de Walter White en Breaking Bad, la serie que marcó la historia de la televisión.

La protesta contó también con la participación de F. Murray Abraham, conocido por su papel en Amadeus (Oscar al mejor actor en 1984) Christine Baranski, Chloë Grace Moretz, Steve Buscemi o Brendan Fraser.

Asimismo, estaba Jessica Chastain, que el 18 de julio en la red social Twitter rebautizada X, mostró su indignación porque el “87% de los miembros del sindicato SAG-AFTRA ganan menos de 26 mil dólares anuales” y no tienen derecho a un seguro médico.

Los actores se sumaron el pasado 14 de julio a la huelga de guionistas, tras el fracaso de las negociaciones con los estudios por un aumento salarial y la garantía de que la IA no acabará con sus empleos.

El gremio teme que esta herramienta tecnológica generativa, que permite crear voces e imágenes realistas, haga desaparecer sus trabajos.

Los directivos del SAG-AFTRA, que representa a unos 160 mil actores, acróbatas, bailarines y personal en bambalinas, prohíben a todos los miembros participar en rodajes y en la promoción de las producciones perturbando fuertemente esta industria que cuestiona miles de millones de dólares.

LEG