EL JUNIOR
Foto: Especial / Luis Fernando Peña forma parte del elenco de la serie más exitosa del momento en el canal Distrito Comedia El Junior: El Mirrey de los Capos  

A través de una narrativa en tono de farsa, la serie El Junior: El Mirrey de los Capos presenta un guiño a la narcocultura de forma caricaturesca, centrados en personajes reales adaptados al enfoque cómico de la trama con situaciones y reacciones absurdas, asegura el actor Luis Fernando Peña.

Esta es la serie más exitosa del momento en el canal Distrito Comedia y le dieron al clavo al presentar las producciones desde otro ángulo.

“Hay narcoseries en las que yo también he participado porque cuando te llaman, lo primero que quieres es trabajo, aunque muchos digan que no, lo hacen por eso.

“Pero de pronto no nos damos cuenta de que al llevarlas a la televisión, al cine, a las plataformas y ves a la gente cómo se apasiona, no entendemos que lo que estamos haciendo es una apología del crimen.

“A título personal, cuando entiendes eso, y decides ya no hacerlas porque son pan con los mismo, donde se habla de muertos, de sicariatos, de violencia, entonces, qué nos queda, burlarnos de nosotros mismos y eso es lo que hago, burlarme de mí, de los personajes que yo mismo creé en algún momento”, dijo en entrevista con 24 HORAS Luis Fernando Peña.

El actor asegura que El Junior es una comedia mexicana que hace parodia de las historias y los clichés de las populares narcoseries.

“Sin embargo, este es un trabajo incluso más serio porque de pronto a mucha gente se le olvida que la comedia en cualquiera de sus facetas, sea la sátira, la farsa, es una forma de crítica y para ejercerla debes tener fundamentos y una base para dejar de hacer una apología del delito que hemos creado como parte de una sociedad, como ejemplo de muchos niños tenemos que ir erradicando”, añadió el actor que le da vida al personaje de Chalino.

La narcoviolencia es uno de los flagelos de la sociedad mexicana, sin embargo, esa misma realidad ha sabido ser muy bien aprovechada por los creadores de contenido de entretenimiento que, incluso, han traspasado fronteras debido a su éxito, y El Junior: El Mirrey de los Capos con su tono de comedia y sátira corre con la misma suerte.

“Honestamente nunca pensé que llegaríamos hasta estos niveles; solo creímos que iba a ser una serie bien que iba a funcionar, que a la gente le iba a gustar y ya.

“No quiero ser despectivo con mi mismo trabajo, pero solo iba a quedar en eso, pero de pronto fue creciendo y creando un fenómeno que entre los pasillos ya se habla de una segunda temporada, de la entrada de más personajes, pues al igual que otro tipo de contenidos con la misma línea temática le da para tener hasta cuatro o cinco temporadas sin ningún problema”, añadió Luis Fernando Peña.

Sin embargo, considera que no sabe si de pronto sería como caer en lo mismo del “exprimir el género cuando lo lindo, es darle este tipo de probaditas al público y saquemos otra cosa”.

Mientras tanto, el actor asegura que el que esta sea una serie de comedia también tiene un gran aporte para la audiencia.

“No hacemos apología del delito, no la hay, porque aquí los protagonistas hacen una sarta de estupideces, como el protagonista que no es un delincuente sino un hombre que quiere

ser actor y tiene que actuar para que le crean que es un capo; estamos dejando de idolatrar y esa es la aportación más importante, ya que se hizo muy común y ahora forma parte de este país que es la famosa narcocultura.

“Lo mismo pasa con la música que es elemento clave de la serie, pero que a pesar de ser un corrido, te das cuenta de que estamos hablando de un tarado, es una historia surrealista, completamente fársica que fácilmente la podemos encontrar en la historia de este país, creo que ya con eso entiendes de qué va la historia, que es una farsa, una burla a todo lo que nosotros como industria hemos creado”, finalizó Luis Fernando Peña.

RECUADRO

El suyo es un personaje muy bien pensado, para que fuera uno estereotipo del hombre que te puedes encontrar en cualquier sitio del país. Chalino es un hombre de campo, ataviado con jeans ajustados, con botas vaqueras, rompiendo cualquier estereotipo con una gorra y su toque de distinción que son las chalinas, un accesorio muy propio del actor.

“Uno de los permisos que te otorga la actuación, el poder integrar parte de ti a un mismo personaje y que en este caso va muy acorde hasta con el mismo nombre de Chalino, lo que creo que a la gente le ha gustado porque es parte de nuestra indumentaria mexicana”, añadió Peña.

LG