El Gobierno de Estados Unidos ha hecho verdaderos malabares circenses para comprometerse a cambios de fondo en el tema de la venta libre de armas, pero se ha negado siquiera a considerar la necesidad de modificar la segunda enmienda constitucional que justifica el acceso ciudadano a armas letales.

La Casa Blanca acaba ahora de emitir nuevas reglas y compromisos para, dicen que ahora sí, evitar el contrabando de armas hacia México y que ha beneficiado de manera exclusiva a los grupos delictivos de diferentes especialidades, sobre todo el narcotráfico, con las evidencias concretas de que lanzacohetes antitanque AT4 están ya en poder del crimen organizado mexicano.

La semana pasada, el general secretario Luis Cresencio Sandoval reveló que hasta ahora se han decomisado a narcos 12 lanzacohetes, pero que existen otros más en poder de delincuentes, además de armas de altísimo calibre superiores a las de las policías mexicanas, aunque, desde luego, menores al armamento de las Fuerzas Armadas nacionales.

Las promesas de las autoridades estadounidenses solo responden a expectativas mediáticas, sobre todo si se cruzan con los tiroteos masivos callejeros todos los días en todo el territorio americano, con armas adquiridas de manera legal hasta por internet. Y qué decir del acceso a la compra de armas que hay en todos los tianguis de armas en donde se comercia con legalidad todo tipo de calibres, dicen que incluyendo hasta tanques.

Lo único que se tiene claro es que el lobby de las armas en EU domina a todos los políticos que hacen leyes, pero también han llegado a financiar candidatos presidenciales.

El contrabando de armas a México es producto de la segunda enmienda estadounidense.

 

Zona Zero

  • Lo que Estados Unidos no quiere reconocer es que constituye el fabricante número 1 de armas en el mundo y también opera como el contrabandista número 1 en el mundo, pues todas las guerras en el planeta han detectado armas de origen estadounidense. El tema de las armas en EU está asociado al modelo político de imposición de gobiernos que representen los intereses americanos, y todos los grupos beligerantes que combaten a balazos tienen acceso al contrabando estadounidense de armas. El Departamento de Defensa de EU financia a los fabricantes de armas y los protege en operaciones ilegales.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

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