La alianza Va Por México presentará el próximo 26 de este mes el método de selección de su candidato a la Presidencia de la República; hasta entonces, nadie puede enterrar dicha sociedad.

Dependiendo del método de selección, la alianza se verá fortalecida o disminuida, si es que el acuerdo no deja conforme a todos los suspirantes, incluidos a los de la sociedad civil.

Hasta ayer, los presidentes del PAN, Marko Cortés, del PRI, Alejandro Moreno y del PRD, Jesús Zambrano, sostenían a capa y espada la sociedad firmada para las elecciones federales del próximo año.

La derrota de Va por México en el Estado de México generó cualquier cantidad de especulaciones y hasta profecías, pero la realidad de los números demuestra que sí le pueden competir a Morena en el 2024.

Sumados los votos de las elecciones de Coahuila y los del Estado de México, la alianza opositora obtuvo, en números cerrados, 3.5 millones y en tanto que Morena, junto con el PT y el Verde, sumaron 3.55 millones de votos, es decir, 50 mil más.

Para muchos militantes y críticos de los tres partidos de oposición, tal interpretación es un espejismo pues lo importante era ganar la gubernatura, no la suma de los votos obtenidos en los dos procesos.

Aún así, quienes auguraban la muerte del PRI en este proceso deberán guardar las esquelas unos meses más pues, con cifras oficiales, de los 3.5 millones que obtuvo la oposición en ambas elecciones, el tricolor aportó el 67% de los votos, casi 2.4 millones, lo cual no deja de ser significativo.

El PAN, partido al que muchos politólogos consideran la verdadera oposición a Morena, aportó 22% de la votación que obtuvo la alianza, y el PRD, entre el 6.5% y 7%.

¿Puede competir la alianza en la elección presidencial con estos números?

Podría si logra conciliar los intereses de los partidos con los de las organizaciones de la sociedad civil que se han sumado de buena gana a está sociedad.

Las dirigencias de los tres partidos tienen estos días para incorporar a su propuesta la experiencia resultante de las elecciones del domingo pasado, en el que volvió a relucir el abstencionismo.

A esperar el 26.

****
Dicen que el gran perdedor en el Estado de México fue Alfredo del Mazo, pero es una percepción errónea.

De hecho, del Mazo resultó el gran ganador, pues la victoria de Delfina Gómez le garantiza una transición de terciopelo, probablemente una embajada o consulado fifí y que pase su vejez sin la preocupación de un amago de investigación.

Lo de pasar a la historia como el gobernador que prácticamente entregó la entidad a Morena, o el hecho de ser el nieto del primer gobernador Del Mazo que sepultó al grupo Atlacomulco, del que salieron su abuelo y padre gobernadores, ya no importa.

Lo importante fue el apapacho presidencial de ayer, que le reconoció “el buen trabajo’’ en la entidad, aunque muchos mexiquenses tengan otros datos.

¿A dónde se irá?

****
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, pospuso el anuncio de sus propuestas para la elección del candidato presidencial de Morena porque, dijo, se lo había pedido Mario Delgado.

En realidad, la petición fue del presidente López Obrador, con quien se reunió ayer por la tarde-noche, sin que se tuviera información oficial del encuentro.

¿A poco ya lo convencieron de que no presentara sus propuestas a cambio de una posición en el futuro gabinetazo (si gana Morena)?

Ebrard iba derecho y no se quitaba… hasta ayer.

A ver hoy.

 

LEG