A través de talleres, foros y programas como Biciescuela, colectivos buscan fomentar el ciclismo responsable en la Ciudad de México, al tiempo que exigen respeto, reconocimiento y una mejor infraestructura vial.
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“La Ciudad de México y el país están disfrutando de un proceso muy ambicioso que es el trabajo de muchos años de colectivos que es la promulgación y puesta en marcha de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial”, aseguró en entrevista para 24 HORAS Samuel Ismael Terán Padua, coordinador general de la Comisión Organizadora del Foro Mundial de la Bicicleta en México.
En este contexto, Terán Padua reconoció que aún falta mucho por hacer, no obstante apuntó que ya está en la agenda “la instalación de infraestructura ciclista y la modificación de la cultura vial que existe en nuestra ciudad”.
Señaló que uno de los principales problemas que enfrentan los usuarios es la indolencia y la falta de cultura vial de los automovilistas, quienes atropellan a los ciclistas, por lo que subrayó la necesidad de que la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial se homologue con la Ley de Tránsito y que la emisión de las licencias para conducir “sean estrictamente apegadas a este reglamento de tránsito”, así como la implementación de un examen que acredite la capacidad de una persona para conducir un vehículo automotor.
Sin embargo, los ciclistas también deben ser conscientes de la normatividad, a fin de que conozcan sus derechos y obligaciones al momento de transitar, por lo que es importante su asistencia y participación en programas como la Biciescuela.
“Cumplir con el Reglamento de Tránsito (…) respetar los señalamientos como cualquier persona y cualquier vehículo; y apostar por un ambiente no violento dentro de la vía”, comentó respecto a algunos puntos del reglamento.
E tanto, del 1 al 5 de noviembre de este año se llevará a cabo el Foro Mundial de la Bicicleta en México, el cual, en palabras del organizador, es el espacio a nivel internacional más importante “donde se toman decisiones de la familia ciclista y eso impacta en el proceso de la normas de movilidad, de cómo nos desarrollamos como ciclistas, como ciudades, y lo vemos como un instrumento para el cambio”.
FRASE:
“Cumplir con el Reglamento de Tránsito (…) respetar los señalamientos como cualquier persona y cualquier vehículo; y apostar por un ambiente no violento dentro de la vía”
Samuel Ismael Terán Padua
Colectivo biker
‘Me da autonomía de movilidad y no dependo del transporte’
La bicicleta es un transporte económico y ecológico, y aunque sus usuarios refieren que tiene varias ventajas como la autonomía en movilidad, coinciden en la falta de educación vial por parte de automovilistas, e incluso de los mismos ciclistas.
Julián, un integrante de 24 HORAS, compartió que desde hace 12 años decidió no volver a comprar un auto mientras viva en la capital, pues es un lugar saturado de todo tipo de vehículos y con nula conciencia o educación vial en general.
Compartió que con la bici “además de tener plena libertad de trasladarme a donde sea y a la hora que sea, también me ayuda a tener una mejor calidad de vida”.
Detalló que cada día en su trayecto al trabajo recorre 14 kilómetros y fines de semana procura que sea entre 25 y 38 kilómetros por día.
Por otro lado, Miroslava lleva alrededor de ocho años transportándose en este medio y diariamente recorre entre 16 y 17 kilómetros, aunque ha llegado a realizar tramos de 40 kilómetros diarios.
Ella eligió moverse en bicicleta porque le da autonomía de movilidad y “no dependo del tiempo del transporte sino de mi pedaleo”, además de que le permite disfrutar de la ciudad.
Al igual que Julián, apuntó que hace mucha falta cultura vial, ya que los automóviles no respetan y “se creen dueños de la calle”.
Por otro lado, Xavier lleva 30 años como ciclista urbano y señala que le gusta andar en este vehículo porque le da libertad de no depender de un auto, además de ser un medio ecológico, rápido y personal porque “es un esfuerzo personal que tu haces” al transportarse.
Sin embargo, resaltó que los principales riesgos a los que se enfrenta, aunado a los autos y baches, son los propios ciclistas que no respetan el reglamento de tránsito.
Por ello siempre porta protección como casco, guantes, rodilleras, luces y sobre todo el chaleco.
Su recorrido diario comprende los 25 kilómetros ida y vuelta, distancia que cubre en alrededor de media hora, e incluso ha llegado a recorrer 90 kilómetros.
Gabriel es otro ciclista, quien señala que su bici es su gran compañera pues “hemos pasado buenas aventuras” y con ella pedalea 20 kilómetros por día. Para protegerse usa casco y chaleco, en su unidad tiene luces reflejantes, traseras y delanteras.
LEG