Con diagnósticos en la mano, datos duros y capacidad de investigar y operar, pero también con el fundamento activador de la denuncia ciudadana, la realidad es que la extorsión y el fraude pueden ser mayoritariamente prevenidos.

Si, además, como ocurre respecto de ese y otros delitos, concitamos la colaboración empresarial e institucional dinámica y puntual, el combate a la impunidad tiene enorme oportunidad.

La actividad extorsiva potencialmente puede impactarnos a todos mientras no se detenga a los responsables. Para sitiarlos es indispensable la información proveniente de la inteligencia ciudadana: datos enriquecidos que pueden ser anónimos y útiles en la medida en que son precisos.

Debemos situarnos como familias, clientes, proveedores de servicios, comensales, ciudadanía en roles diversos y atentos a formar parte de una comunidad determinada.

Los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que las denuncias subieron 18% el año pasado, en contraste con 2019. En la Ciudad de México hay una baja de 58%. La heterogeneidad regional, modus operandi y montos disminuye si asumimos reglas de colaboración sencillas y comunes.

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha convocado desde el inicio de su administración a combatir la extorsión. Fue la primera gobernante en señalar a los grupos delincuenciales colombianos que usan la práctica extorsiva posterior a préstamos llamada “gota a gota”. La continuidad de ese empeño es una variable de la disminución de prácticas semejantes en la CDMX.

Los sitios donde esta actividad delictiva tiende a incrementarse revelan ausencia de liderazgo político y no solamente policial.

Los reportes del Consejo Ciudadano de la CDMX señalan que, en el país, más de 94% de los casos son intentos telefónicos de extorsión y menos de 2% ocurre de manera presencial.

Pasar de la indignación virtual o mediática al reporte y la denuncia formal incrementa las probabilidades de limitar las formas de operar de los extorsionadores. Podemos tomar distancia ante el intento extorsivo. Los reportes indican que tres de cada cuatro fueron desactivados a tiempo. Se requiere voluntad, información y colaboración.

La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), a través de su presidente, Germán González Bernal, establece hoy un convenio con el Consejo Ciudadano para acercar herramientas contribuyentes de la disminución de la incidencia delictiva.

La app No+Extorsiones, por ejemplo, alerta cuando se recibe una llamada procedente de alguno de los 276 mil números telefónicos de su base que han sido empleados para extorsionar. Y la Línea de Seguridad o el Chat de Confianza, 55 5533-5533, ofrece orientación preventiva y acompañamiento jurídico.

Hay un triángulo virtuoso entre ciudadanía, empresarios y autoridades. Posibilita espacios más seguros y limita a los delincuentes la oferta disponible en el menú.

    @guerrerochipres