Desde hace siete años Daniel, quien vive en la colonia Roma, acude a la representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, pues señaló que el encomendarse a esta tradición lo sacó adelante tras sufrir un accidente.
“Para mí es estar viniendo a dar gracias al Cristo de Iztapalapa, porque tuve un accidente, en su momento me agarré del Cristo de Iztapalapa (…) es la fe de cada quien y la devoción de cada quien”, dijo.
En el cuarto día de actividades de la Semana Santa en Iztapalapa, se llevó a cabo la escenificación de la presentación de Jesús de Nazaret ante Poncio Pilato y el Rey Herodes, luego el nazareno fue azotado y crucificado en el Cerro de la Estrella.
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Desde la Macroplaza Cuitláhuac, donde se llevó a cabo el juicio de Jesús de Nazaret, Rocío, quien es creyente de la religión católica, comentó que acudir a la representación de la Pasión de Cristo se ha vuelto una tradición familiar con el paso de los años.
“Cada año venimos con la familia, no es una manda, es una tradición que tenemos desde hace desde hace años, y ahorita la volvimos a retomar tras la pandemia”, comentó.
Asimismo, Mario, quien es originario del Estado de Guanajuato, mencionó que desde hace 15 años acude a la Pasión de Cristo en Iztapalapa, para refrendar su fe ante la religión católica.
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“Siempre me ha ido bien, pero ¿cómo te explico? Es algo que tú no puedes proyectar por decirlo”, expresó.
Por otra parte, el Cristo, interpretado por David Uriel González Martínez, arrancó el viacrucis de 3 kilómetros a las 14:00 horas y llegó al Cerro de la Estrella minutos antes de las 16:00 horas para ser crucificado.
En tanto, a dos años de la pandemia del covid -19, la 180° representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, se realizó de manera habitual y sin restricciones sanitarias.