El 2 de junio de 2024, tenemos una cita: las elecciones donde contrataremos a un presidente de la República, 128 senadores, 500 diputados federales, nueve gobernadores, 31 congresos locales, 16 alcaldías chilangas y mil 580 ayuntamientos.

En 25 de las 32 entidades federativas se renovarán sus gobiernos municipales. Cómo sabemos el alcalde es el funcionario más cercano a los ciudadanos, pero también estarán en juego las regidurías y sindicaturas.

Esas listas, donde aparecerán los candidatos oficiales, le corresponden generalmente a los jefes políticos de las distintas entidades, es decir, a los gobernadores. Los que tienen buenos números en las encuestas buscarán la reelección, y desde hace muchos meses inició esta carrera para lograr aparecer en las boletas.

Pero la elección que se aproxima será muy distinta a las que hemos experimentado en los últimos años. De entrada, hoy tiene el Gobierno federal 22 mandatarios estatales afines y después del cuatro de junio de este año, podríamos hablar de 23 gobernadores cercanos a la 4T.

Es decir, los que hacen política local, en ejidos, colonias, barrios y pueblos hoy tienen que hacerse ver por gobernadores guindas. Hace unos años eran multicolores, hoy en su mayoría, son simpatizantes del Movimiento de Regeneración Nacional.

En otras palabras, los panistas, perredistas, priistas que se sienten huérfanos posiblemente los veremos afiliados, o coadyuvantes, con Morena. Muchos activistas y reservas del denominado grupo Va por México, al saberse derrotados, pero ansiosos de seguir haciendo política, saben que tiene que ser ahora con otros logotipos y defendiendo otras ideologías.

En alguna entidades ya hasta desaparecieron las oficinas de sus expartidos y la popularidad de Marko Cortés, Jesús Zambrano y Alito Moreno no rebasa ni 2%.

Seremos testigos de una jornada electoral inédita, donde por un lado habrá una gran polarización en las redes sociales, pero donde las encuestas serias y las probabilidades para la oposición son casi nulas.

Los mexicanos tenemos un arma fundamental con nuestro voto, donde podemos equilibrar las cosas, pero los partidos opositores se están quedando sin militantes o bien, unos ya viven resignados de que en 2024, nada se puede hacer.

Esos mil 580 ayuntamientos han sido escenario de batallas electorales cada trienio, pero ahora las condiciones cambiaron: casi 24 gobernadores de un color e ideología, la oposición como avestruces (con la cabeza debajo de la tierra) y gobernadores que no quieren pelearse con el dueño del balón.

Insistimos, se aproxima una elección de presidentes municipales inédita.

*Periodista, editor y radiodifusor

@GustavoRenteria

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