El curso de la pandemia dejó un paréntesis que pareció eterno. El planeta se paró como si no hubiera un mañana. No había antes, no había después. Sólo existía la pandemia. Todo se murió. Dejó de existir la inflación, las guerras y la bolsa. Todo se detuvo.

Pero la pandemia terminó como termina todo en la vida.

El terrorismo del Estado Islámico, el Dáesh, ha estado latente todo este tiempo. Los atentados de París, Madrid, Barcelona, Londres, Copenhague, Berlín o Niza habían quedado atrapados en Wikipedia. Eso sí, las fuerzas de seguridad y el espionaje de los países europeos y estadounidenses no han dejado de trabajar y de intercambiar información durante todo este tiempo para aplacar cualquier intento de atentado terrorista. Hasta ahora no se ha producido ningún atentado. Sin embargo, eso no quiere decir que no pueda ocurrir. Las policías europeas están en situación de alerta máxima. El terrorismo del Estado Islámico no va a dejar de golpear todo aquello que para ellos pueda resultar impío. Para ellos lo es, Europa es pecadora.

La dominación árabe en España dejó un legado fundamental. Hubo avances muy relevantes en la cultura y dejaron un poso de tecnología importante para la época. Los árabes dejaron las primeras operaciones oftalmológicas, el avance en matemáticas o en arquitectura, solamente hay que ver la Giralda, la Alhambra o la Mezquita de Córdoba. Esa es una pequeña parte del legado que dejaron durante ochocientos años.

Sin embargo la línea poco ortodoxa del terrorismo del Dáesh piensa que el Al Ándalus, es decir la España actual, les pertenece. Por eso tienen claro que van a recuperar como sea ese terreno que creen que es de ellos. Por eso todos los atentados en la Península Ibérica desde los años ochenta.

En el resto de Europa pasa algo parecido. Piensan que los europeos somos impíos, pecadores, que sólo vamos a contaminar la “pureza” del islam. Por eso quieren conquistarnos. Pretenden apropiarse de todo aquello que piensen que sea de ellos.

Hace tiempo que en suelo europeo no se sufre un atentado terrorista del integrismo islámico. Pero eso no quiere decir que no pueda pasar. De nuevo las alarmas están encendidas.

 

@pelaez_alberto