AUSTRALIA
Foto: AFP / El serbio Nodal Djokovic regresó a las canchas de Australia, luego de que el año pasado fue expulsado por negarse a vacunarse contra el Covid-19 y lo hizo comuna victoria  

La Federación de Tenis de Australia prohibió las banderas rusas y bielorrusas en el recinto del Abierto de ese país, porque aficionados blandieron algunas durante el juego entre las tenistas rusa Kamilla Rakhimova y la ucraniana Kateryna Baindl.

El apoyo enardeció a la jugadora y a las autoridades diplomáticas de Ucrania, quienes protestaron y generaron la restricción.

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Tras anunciar la prohibición, la Federación Tennis Australia indicó: “Nuestra política inicial era que los aficionados podían traerlas, pero no podían usarlas para perturbar. Ayer tuvimos un incidente en el que una bandera rusa se puso al lado de la pista.

“La prohibición es efectiva de inmediato. Continuaremos trabajando con los jugadores y los aficionados para asegurar el mejor ambiente posible para disfrutar del tenis”, agregó.

Desde la guerra lanzada por Moscú contra Ucrania, los tenistas de Rusia y también de Bielorrusia, país que apoyó la invasión, compiten con bandera neutral, como ocurre en el Grand Slam de Melbourne.

El embajador ucraniano para Australia y Nueva Zelanda, Vasyl Myroshnychenko, pidió que se tomaran acciones contra la exhibición de estas banderas.

“Condenamos firmemente la exhibición pública de la bandera rusa durante el partido de la tenista ucraniana Kateryna Baindl en el Abierto de Australia”, tuiteó.

Además, urgió que implemente de forma inmediata “la política de ‘bandera neutral'”, agregó.

La ucraniana ganó el partido por 7-5, 6-7 (8/10), 6-1 y se enfrentará en segunda ronda a la estadounidense Caty McNally.

El embajador Myroshnychenko había solicitado la semana pasada que el torneo prohibiera por completo la participación de jugadores de Rusia y Bielorrusia.

Wimbledon optó por esta medida el año pasado y vetó a los jugadores de estos dos países en el torneo, que debido a ello no computó para los rankings por decisión de la ATP y la WTA.

La embajada rusa en Australia criticó “otro ejemplo de inaceptable politización del deporte” y lamentó que, además de llevar bandera neutral, sus jugadores “no pueden ser respaldados visiblemente por los aficionados”.

De su parte, la bielorrusa y número cinco mundial, Aryna Sabalenka, dijo que no se oponía a la prohibición de las banderas “si todo el mundo se sentía mejor así”, pero señaló que el deporte “no tiene nada que ver con la política”.

Y a la pregunta de si entendía que algunos aficionados ucranianos podían sentirse molestos al ver esas banderas, respondió: “Estoy bastante segura que les molesta y, si Tennis Australia tomó esta decisión para que se sientan mejor, está bien”.

Impacto

El tenista ucraniano Oleksii Krutykh dijo que los jugadores de su país están “impactados” tras la aparición de banderas rusas en las gradas del Abierto de Australia: “No es justo. La gente está muriendo allí”.

Krutykh, el único ucraniano en el cuadro individual masculino, dijo que él y otros jugadores de su país se quedaron “impactados” por lo que vieron en el partido de Baindl, que terminó ganando.

“No es justo lo que están haciendo”, dijo Krutykh, de 22 años, en una entrevista a la AFP después de su derrota en primera ronda contra el argentino Diego Schwartzman.

“Creo que los tipos que lo hicieron (exhibir banderas durante el partido de Baindl) eran rusos que viven aquí, con lo que no se preocupan por lo que ocurre en mi país”, aseguró.

Regresa Djokovic

Un año después de su deportación de Australia, el astro serbio Novak Djokovic protagonizó el martes un regreso triunfal a la pista “más especial” de su vida con una sobria victoria por 6-3, 6-4, 6-0 ante el español Roberto Carballés.

Djokovic, deportado en 2022 por no estar vacunado contra el covid-19, pudo volver este año a Melbourne en busca de un décimo título en este torneo para igualar el récord de 22 Grand Slam del español Rafa Nadal.

“Estoy muy feliz de estar de vuelta en Australia y en la pista donde he tenido los mayores éxitos de mi carrera”, dijo el serbio, que lleva 1.821 días sin perder en este Grand Slam.

“Definitivamente, esta pista es la más especial en mi vida y no podía pedir un mejor comienzo para el torneo”, agregó Djokovic, que estuvo acompañado en la grada por sus padres.

Espoleado por una grada repleta de banderas serbias en la Rod Laver Arena, Djokovic abrió su andadura hacia un eventual décimo título en Melbourne con un saque directo, que encandiló a los aficionados.

Pese a ser número 75 del ranking mundial, el español no se resignó al papel de invitado a la fiesta del actual número 5 del mundo, al que sorprendió colocándose con 0-40 para quiebre con un 2-2 en el marcador.

Sin embargo, “Nole” sacó a relucir su calidad con una volea y una derecha ganadora que, sumadas a un error no forzado de Carvallés, solventaron el mal trance. Justo después, endosó desde el resto un juego en blanco al español, que fue definitivo.

LEG