Foto: Cuartoscuro / archivo/ Aunque la llamada guerra contra el narco comenzó en el sexenio de Felipe Calderón, el país sigue sin pacificarse dos sexenios después  

La guerra contra el narcotráfico, emprendida en el sexenio de Felipe Calderón, dejó con trastornos mentales a 41% de militares que participaron en operaciones de alto impacto y fueron lesionados, según un estudio del Ejército.

De acuerdo con documentos confidenciales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), hallados por 24 HORAS entre los millones de archivos hackeados por el grupo Guacamaya, en 2011, el área de Sanidad Militar, en especial la de Psiquiatría, analizó una muestra de 41 elementos internados en el Hospital Central Militar por lesiones permanentes en enfrentamientos contra el narco.

Los resultados son que 17 soldados tuvieron secuelas; es decir, 41% de la muestra, y fueron diagnosticados con algún tipo de trastorno, la mayoría con el de adaptación con reacción depresiva prolongada y con estrés postraumático.

Un dato, que el estudio considera revelador, es que los participantes en el análisis señalaron que notaban que sus compañeros inmersos en la lucha contra el narco no se encontraban mental ni emocionalmente sanos, pero guardaban silencio por temor a “ser criticados, rechazados o apartados y enviados a valoraciones al escalón superior y que esto afectara su carrera en el servicio activo”.

El documento denominado Directiva para Mantener el Bienestar Emocional del Personal que Participa en las Operaciones Militares señala que otro ejercicio similar se practicó en 1996, pero con militares veteranos que participaron en las operaciones Cóndor y Canador contra el narcotráfico y guerrillas en los setenta.

“En 2011, otro estudio con 41 militares hospitalizados en el Hospital Central Militar por haber sufrido heridas en operaciones de alto impacto, reporta que 17 de ellos presentaron algún trastorno mental. De estos 12.19% se diagnosticó con estrés postraumático; 19.51%, trastorno de adaptación con reacción depresiva prolongada, y 2.44%, reacción aguda a estrés.

Los militares recibieron tratamiento especializado por más de un año, mediante terapias grupales, personales y familiares, por lo que ninguno resultó con secuelas permanentes ni requirieron medicación o internamiento en el ala de Psiquiatría del Hospital Central Militar.

Sin embargo, “aún cuando el estigma no era objetivo del estudio, se encontró que los propios participantes sabían de muchos de sus compañeros, que, a su consideración, no se encontraban mental o emocionalmente bien, pero que efectivamente no manifestaban nada por temor”.

El reporte destaca que desde 1960 se instauró una Mesa de Salud Mental en el área de Sanidad Militar, y desde esa fecha, los soldados que participan en operaciones peligrosas, como la guerra contra los cárteles del narcotráfico, llevan acompañamiento psicológico para preservar su estabilidad emocional.

Los militares desplegados en territorio nacional desde los años ochenta recibieron el apoyo de la Fuerza de Tarea Marte, la cual luego se convirtió Fuerza de Tarea Arcoiris; se trata de escuadrones de soldados, con formación en psicología, que se encargaban de evaluar la situación “moral del personal y realizar tareas de asistencia y apoyo emocional”.

En la actualidad, el Ejército cuenta con un protocolo para atender la salud mental de los elementos que lucha contra el crimen organizado, pues en 2013, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, se elaboró la Directiva para la Atención Psicoemocional del Personal que Participa en Operaciones Militares, la cual fue revisada y actualizada en 2020, para que estuviera acorde al plan 2019-2024 del Ejército; es decir, durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador.

El Ejército también tiene la meta de que durante el actual sexenio se debe formar “personal militar resiliente, lo que se encuentra en concordancia con los avances de las ciencias, la investigación en el área de la conducta y los objetivos prioritarios plasmados en el Programa Sectorial de Defensa Nacional 2020-2024, donde se destaca la importancia del bienestar del personal que integra el instituto armado”.

La Defensa Nacional ha implementado modelos que se han puestos en práctica en los ejércitos de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá para que las tropas destacadas en la lucha contra el crimen tengan una fortaleza mental que les permita cumplir sus misiones, a pesar de cualquier adversidad y bajo situaciones altamente estresantes: “El personal militar, si bien puede verse afectado por las exigencias del medio en el que se desenvuelve, cuenta con sus fortalezas que le ayudarán a sobreponerse a las adversidades”.

Entre los propósitos en ese ámbito, la Sedena tiene el objetivo de realizar investigaciones que permitan conocer el estado de la salud mental de las Fuerzas Armadas, así como llevar un registro de los trastornos mentales en el personal.

Además del objetivo de “incrementar las acciones realizadas a través de alfabetización en salud mental para reducir el estigma de las reacciones al estrés, signos y síntomas de los trastornos mentales y del comportamiento relacionados con las operaciones militares, así como su tratamiento integral”.

 

LEG